Sin opción al error. Así afronta España el segundo partido de la fase de grupos del Europeo sub-17 que les enfrentará nada más y nada menos que a Bulgaria, anfitriona del torneo. Los chicos de Santi Denia están obligados a sumar tres puntos en este envite para depender de sí mismos en el último duelo del grupo ante Croacia.
El empate a uno ante Austria, inesperado y doloroso por haberse adelantado los españoles en el luminoso gracias al tanto de Aleña, hace que ya no haya más posibilidad, como diría el mítico Luis Aragonés, que ganar y ganar para asegurarse, con siete puntos, el pase a la siguiente fase de la competición. Dijo Santi que el cansancio pasó factura a sus pupilos, ahora a buen seguro espera que estos días de descanso hayan servido a los chavales para recuperar energías.
Y para no pensar en nada más que no sea en derrotar a Bulgaria. Los búlgaros están, de hecho, peor que los españoles. Si los del técnico manchego sacaron al menos un puntito en su debut, los anfitriones cayeron ante Croacia por 0-2, lo que añade más presión para no caer ante su público a las primeras de cambio. Netamente inferiores fueron a su rival croata.
Ambos saltarán al césped del estadio Lazur, donde España jugó ante Austria, con la ventaja, o desventaja, de saber el resultado del envite que jugarán Austria y Croacia. Quién sabe si Santi tiene preparado una u otra cosa para Bulgaria dependiendo de cómo se den las cosas entre sus rivales, o si hará rotaciones tras admitir el cansancio sufrido ante los austriacos. Salga quien salga, no cabe otra que ganar.
No cabe más que sacar tres puntos ante la anfitriona del Europeo sub-17 para depender de sí mismos de cara a clasificarse cuando toque enfrentarse a Croacia, actual líder del Grupo A con la victoria sumada ante Bulgaria. No hay medias tintas en una competición tan corta como esta, y no hay opción al fallo si los de Santi quieren estar en el próximo Mundial de Chile. Solo hay sitio para los seis mejores.