El Barcelona encarriló el choque desde el minuto dos, con el gol de cabeza de Arturo Vidal. El chileno aprovechó un gran centro de Jordi Alba para poner por delante a los culés al inicio del partido.
Desde ahí, el Barça vio el partido cuesta abajo, al contrario de lo que le ocurría al Mallorca, que no generaba peligro sobre la meta azulgrana. Y cuando lo consiguió, sobre todo en las botas de Kubo, llegó el segundo golpe del Barcelona.
Braithwaite fue el encargado de poner tierra de por medio en el marcador cuando el Mallorca comenzaba a despertar del letargo inicial. El delantero, titular tras el regreso de Suárez de su operación de rodilla, no faltó a su cita con el gol. El Barcelona se iba al descanso con dos goles de distancia.
El partido comenzó con un ritmo más bajo en la segunda parte, debido quizá al largo tiempo de inactividad por el que han pasado los futbolistas tras la crisis del coronavirus. Luis Suárez ingresó al terreno de juego al principio del segundo tiempo, dando salida a Antoine Griezmann.
Nadie se esperaba lo que estaba a punto de ocurrir en Son Moix. A pesar de jugarse a puerta cerrada como medida de seguridad por el coronavirus, un espontáneo logró evitar los controles e invadió el terreno de juego acercándose a Leo Messi con la camiseta de la selección argentina.
Más tarde llegaría el tercero del Barça, y con ello la sentencia. Jordi Alba redondeó su gran partido haciendo el tercer tanto culé y después llegaría el tanto de Leo Messi. El argentino cuajó un buen partido. Una goleada para reanudar LaLiga tras la crisis del coronavirus y afianzar su liderato frente al Real Madrid, que juega mañana.
