Las jugadoras de la Real ofrecen la Copa de la Reina a Anoeta

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FIN DE FIESTA 'TXURI URDIN'

Una Anoeta de fiesta rinde homenaje a la Real Sociedad tras su primera Copa de la Reina

Anoeta recibió como auténticas heroínas a las jugadoras de la Real Sociedad. Las 'txuri urdin' llevaron al feudo vasco la Copa de la Reina para completar un fin de semana de fiesta y alegrías. Primero, por la gesta de sus futbolistas en Granada ante el Atlético, y segundo por el triunfo del equipo masculino ante el Real Madrid.

Más de 27.000 aficionados de la Real Sociedad rindieron homenaje en Anoeta a las campeonas de la Copa de la Reina en un ambiente de fiesta total después de la victoria por 3-1 del equipo masculino frente al Real Madrid.

Las jugadoras de la Real dedicaron la Copa a la afición antes del inicio del partido, pero fue al final del encuentro cuando se celebró a lo grande el histórico título cosechado el sábado en Granada frente al Atlético de Madrid.

Al finalizar el encuentro en el que la Real superó por 3-1 al Real Madrid, ocho niños con banderas de la Real y todos los jugadores del primer equipo masculino formaron un pasillo por el que salieron, una a una, las campeonas de la Copa de la Reina, ovacionadas por un estadio a reventar a pesar de las obras.

La capitana, la irundarra Sandra Ramajo, salió la última con la Copa, celebrada por una afición donostiarra que ha sufrido mucho esta temporada en Anoeta, pero pudo resarcirse a lo grande con el título femenino y la victoria lograda ante el Real Madrid. Las jugadoras se acercaron a ofrecer la Copa a la grada Aitor Zabaleta, que no dejó de jalearlas en pie mientras se fotografiaban con el trofeo.

Después, Sandra Ramajo, que deja este año la Real, se dirigió a la afición para asegurar que "no hay nada imposible". "Este equipo ha creído en todo momento. Esta Copa va por todos vosotros, gracias de corazón, no será la única, porque son las mejores", añadió Ramajo.

Esta celebración puso el colofón a una larga jornada festiva en la que las jugadoras recibieron el reconocimiento de la afición primero en la Diputación de Guipúzcoa y después en el Ayuntamiento, ante miles de donostiarras.

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