Seyran se enfrenta a la traición de Ferit y se convierte en su salvadora en su noche de bodas

Tras la ceremonia, Seyran y Ferit se han marchado a un hotel. La joven ha intentado mantener la compostura, pero finalmente se ha derrumbado, consciente de que a partir de ahora estará lejos de su madre y su hermana.

Aunque Ferit ha notado el dolor en su cara, no ha sabido cómo consolarla, ya que él mismo está atrapado en un matrimonio de conveniencia que le ha sido impuesto por las circunstancias.

Una vez en la habitación del hotel, la tensión se ha vuelto aún más palpable. Pelin, la novia de Ferit, ha irrumpido en la habitación con una sonrisa desafiante. "Te deseo felicidad", ha dicho con sarcasmo antes de presentarse como la novia del hombre con el que Seyran acaba de casarse.

Seyran ha estallado; para ella, esto ha sido un golpe brutal. Ferit, sin embargo, ha tratado de justificarse, explicando que solo quería sinceridad entre ellos. Pero Seyran, incapaz de contenerse, le ha dado una bofetada a su marido y se ha encerrado en el baño, escuchando las risas y el jaleo de la parejita.

Llorando, se ha quedado dormida en la bañera, pero, en mitad de la noche, un ruido fuerte la ha despertado. Al salir del baño, se ha encontrado a Ferit tirado en el suelo y a Pelin dormida en la cama.

En un momento de pánico, ha recordado que Ferit es diabético y ha comprendido que se ha desmayado por una bajada de azúcar. Rápidamente, ha buscado azúcar y se la ha puesto en la boca, ayudándole a recuperar la conciencia.

Acto seguido, ha llamado a Abidin, el guardaespaldas de Ferit, y le ha dado instrucciones precisas para salvarle la vida. A pesar de la amarga jugarreta que Ferit le ha hecho, Seyran no ha dudado en ayudarlo.