Capítulo 66
Ferit se culpa por el secuestro de Seyran y rompe a llorar ante Kazim: “Se la llevaron delante de mis ojos”
Seyran está en peligro y Ferit no puede con la culpa: la tensión estalla en la mansión Korhan

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Seyran ha sido secuestrada y la mansión Korhan vive sus horas más oscuras. Nadie entiende cómo ha podido ocurrir ni dónde está, y el pánico se ha apoderado de toda la familia.
Ferit ha regresado completamente destrozado, sin respuestas y con el alma hecha pedazos. En la entrada lo esperaba Kazim, fuera de sí, desesperado por saber dónde está su hija. Ha corrido hacia él exigiendo una explicación: “Dime que la has encontrado… ¿Dónde está mi Seyran?”, ha repetido sin parar.
Aguantando las lágrimas, Ferit solo ha podido confesar que no saben nada. Que había enviado hombres a la casa de Akin, pero estaba vacía: no había señales de Seyran ni de nadie. Estaban en un callejón sin salida.
La rabia y el miedo han terminado por romper a Kazim. Le ha gritado que todo es culpa suya, que nada de aquello habría pasado si Seyran no hubiera estado a su lado. Después, completamente hundido, ha empezado a derrumbarse, recordando todos los errores que cometió como padre.
Y entonces Ferit se ha roto ante su suegro sin poder parar de llorar y gritar: “¡No pude protegerla! ¡No pude protegerla!”. Se siente inútil, incapaz de salvar a la mujer que más quiere.
Kazim, sin fuerzas ni orgullo, ha hecho lo único que podía: abrazarlo. Por primera vez, no estaban enfrentados. Estaban unidos por el mismo miedo porque mientras la venganza de Mezide avanza en silencio, la vida de Seyran corre peligro. Y ahora, solo les queda una esperanza: encontrarla antes de que sea demasiado tarde.
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