Capítulo 66

La escena más escalofriante del secuestro: Akin convierte el dolor de su madre en una condena para Seyran

Sin que nadie los escuche, Akin le promete a Seyran que su sufrimiento no será eterno porque él ya tiene decidido el final.

La escena más escalofriante del secuestro: Akin convierte el dolor de su madre en una condena para Seyran

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Seyran estaba tirada en el suelo de la sala de tortura, con la espalda quemada y heridas graves que apenas la dejaban moverse. Cuando Akin ha entrado, ella solo ha podido pensar en una cosa y le ha preguntado por su amiga. Él le ha contestado que no se preocupara, que Elle estaba bien, pero Seyran no le ha creído y le ha exigido saber qué le había hecho.

Luego le ha soltado la pregunta que le salía del dolor: si se le había pasado la rabia con lo que le había hecho. Y Akin, sin alterarse, le ha dicho que no sentía rabia, ni ninguna emoción. Que ella lo había convertido en eso.

Ha hablado de su vida de antes, de sus planes, y de cómo todo giraba alrededor de una madre que nunca sonreía, que sufría en silencio y lloraba por las noches. Ha confesado que su único sueño era verla reír, y que lo único que ha conseguido ha sido una sonrisa cruel en un rostro desfigurado.

Después ha dicho lo peor con calma, como si ya lo tuviera decidido. Que cuando todo acabara, Seyran tampoco tendría que vivir con dolor. Y entonces le ha enseñado dos balas. Una para ella y otra para él: “Dejaremos juntos esta vida, ¿sabes? Aguanta un poco más y tendremos paz eterna. Nos desharemos de esta horrible vida”.

Pero ese plan no se ha quedado allí. Porque lo siguiente que ha pasado fuera de esa sala ha acabado en tragedia. ¿Ha cumplido su promesa? En el próximo capítulo, descubriremos la verdad.

Antena 3» Series» Una nueva vida

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