Renacer 16 de diciembre
Seren le pone el divorcio delante a Uras y él se niega a firmar: “Nunca me separaré de ti”
Después de que Uras reconociera su error, ella le ha planteado un divorcio amistoso. Lejos de asumir las consecuencias, él se ha aferrado al matrimonio y se ha negado a firmar los documentos.

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Seren ha llamado a Uras y le ha pedido verse a solas. Han quedado en un parque, lejos del hospital y de todos. Cuando él ha llegado, se ha sorprendido por el lugar, pero ella le ha explicado que necesitaba aire para lo que iba a decirle.
Sobre su dimisión, Uras ha intentado justificarse diciendo que no podía seguir viéndola cada día, que el arrepentimiento no le dejaba mirarla a la cara y que no quería ser “tan sinvergüenza”. Seren ha ido directa al grano: le ha preguntado si de verdad lo siente y si admite que le ha sido infiel.
Uras, acorralado, ha acabado diciendo que sí, que está arrepentido “de todo lo que pasó después de su error” y que está dispuesto a hacer lo que ella quiera. En ese momento, Seren ha sacado de su bolso unos papeles y se los ha dado: un acuerdo de divorcio amistoso, listo para firmar.
Ahí, él ha cambiado por completo. Ha dicho que no piensa firmar y que solo había admitido la infidelidad para conseguir su perdón. Seren se ha quedado helada al escuchar que quiere que sigan casados, pese a todo.
La conversación ha ido a peor. Uras ha llegado a acusarla de estar grabándolo para usarlo en su contra. Seren, indignada, le ha preguntado si de verdad pensaba eso de ella. Pero él ha insistido, diciendo que ya no sabe qué esperar y que ella lo está dejando como el culpable de todo, incluso con el tema de las cámaras y los vídeos desaparecidos.
Al final, Uras se ha aferrado a lo único que le queda. “Nunca me divorciaré de ti”, le ha dicho. Seren, en cambio, ha sido contundente: si de verdad hubiera querido cuidarla, no la habría traicionado.
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