"Tres son multitud", por @norcoreano

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@NORCOREANO COMENTA EL PROGRAMA

"Tres son multitud", por @norcoreano

El tuitero @norcorano comenta sus mejores momentos de la semifinal de 'Top Chef'. Ayer, en el homenaje a la literatura de 'Top Chef', se olvidaron del libro culinario más influyente en Corea del Norte, “Los Juegos del Hambre”.

Víctor tiene una estrella Michelin. Víctor, el cocinero peruano, tiene una estrella Michelin. Lo recuerdo porque me parece un dato relevante que prácticamente ha pasado inadvertido en esta edición. Víctor (el concursante con estrella Michelin) se clasificó ayer para la final de 'Top Chef' junto a Rakel (0 estrellas Michelín) en un programa inspirado por la literatura. Cuando Chicote empezó a leer un fragmento del Lazarillo de Tormes pensé iban a pedirle a los concursantes de entrasen a casa de un ciego a robarle un queso, pero desafortunadamente no fue así. Los concursantes tuvieron que reinterpretar recetas de “El Quijote”, “El Lazarillo de Tormes" y “La Regenta”. A Rakel le tocó la obra de Cervantes y tuvo que hacer unas lentejas con todas las comidas citadas en en sus 1500 páginas. Cuando quisimos darnos cuenta, estaba echando un caballo, una armadura y media aspa de molino a las lentejas, pero aún así ganó.

Víctor y Montoro fueron a una “final anticipada”, como ellos mismos la definieron. Los concursantes volvieron a hacer gala de su humildad antes de la prueba final, recordando que cocinan para la plebe y que, cuando un plebeyo se acerca a la cocina de sus restaurantes a agradecerles que hayan tenido la modestia de dejarles probar sus manjares, incluso les estrechan la mano sin temor a contagiarse de las enfermedades del vulgo.

Llegó la prueba final y apareció por sorpresa Arguiñano para presenciar tan hidalgo duelo entre caballeros. A Arguiñano se le vio un poco fuera de tiesto entre tanto postureo culinario, como aquel año que Ramoncín tocó en el Viñarock. “Eres uno de los cocineros favoritos de mi madre”, le dijo Montoro, que a mí me sonó un poco a: “Eres el que hace tortillas y potajes en el programa ese que ven las viejas”. Arguiñano decidió rebajar la tensión del momento contando que el pene de los percebes es 25 veces mayor que el resto de su cuerpo, y ahí dio comienzo la batalla. La prueba de eliminación fueron 20 minutos de Montoro contando que fue cocinero y la mili y Víctor recordándole que él tiene una estrella Michelin. La caldereta y el salmón con el que se enfrentaron fueron de nivel, de esos que huelen a través de la pantalla. Pero en el día de los refranes Víctor se llevó el gato al agua, porque unos nacen con estrella y otros estrellados.

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