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¿TODOS IGUALES ANTE LA LEY?
España es el país del mundo con más ciudadanos aforados
España es el país del mundo con más ciudadanos aforados. Los aforados son personas que no se someten a la justicia ordinaria. España es el país del mundo con más ciudadanos aforados. Otros países como Estados Unidos, no tienen ninguno. ¿Por qué no somos todos iguales ante la ley?
Aunque en nuestro país hay solo una persona inviolable que es el Rey, lo cierto es que hay muchas más que cuentan con una serie de privilegios legales solo por el cargo que ostentan. Son los llamados aforados.
Pero, ¿qué ventajas tiene un aforado?. Pues básicamente la garantía de que, ante un proceso judicial, no le juzgará un juez sino un grupo de jueces, un Tribunal, bien el Supremo o bien un Tribunal Superior autonómico. Además, en el caso de diputados y senadores, la Justicia tiene que pedir permiso a la Cámara para que le permitan juzgarlo. Es lo que se llama un "suplicatorio".
Este privilegio se creó siglos atrás con el objetivo de proteger la libertad de expresión de un político. Por ejemplo, que la Policía por orden del Gobierno no pudiese detener a un diputado por su ideología o para presionarle para cambiar su voto. En su momento tuvo sentido pero para muchos, hoy en día carece de sentido aparte de aplicarse a delitos que nada tienen que ver con la labor legisladora de los diputados.
Pero el principal problema de los aforados es que hay demasiados. La lista es la larga.La Constitución establece que tienen jurisdiccion especial el Rey, el Gobierno, y los parlamentarios. Y la ley orgánica del poder judicial amplía ese privilegio a jueces de los órganos superiores, fiscales, Tribunal de Cuentas, Consejo de Estado, defensor del Pueblo. La cosa no queda ahí. La ley también permite que las comunidades autonómas apliquen sus aforamientos a su libre albedrío. Así que añaden Gobiernos autonómicos, Parlamentos autonómicos, instituciones autonómicas. La cifra se multiplica
Hemos hablado con tres jueces de las tres principales asociaciones judiciales de nuestro país y todos coinciden en que el número de aforados tiene cuando menos que reducirse.
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