Volcán La Palma

Una semana de destrucción, angustia y miedo por la erupción del volcán de La Palma

Así se han vivido los últimos siete días en La Palma, desde que el volcán de Cumbre Vieja entró en erupción el pasado domingo, con la lava destruyendo a su paso casas y cultivos, toda una vida para los vecinos de la isla canaria.

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Llevaba días avisando y hace una semana el magma comenzó a ser expulsado con gran violencia, como grabaron los vecinos de La Palma en ese momento. Desde entonces, la lava se ha abierto paso recorriendo las laderas siguiendo el camino de la destrucción con coladas de lava desde Cumbre Vieja, que avanzaron durante el primer día. Entonces, comenzaron los desalojos y losintentos desesperados por poner a salvo a los vecinos. Aunque la lava lo engulle todo a su paso, no hay que lamentar víctimas personales entre los vecinos que se marchan con lo puesto, entre lágrimas y rescatando lo que pueden dejando atrás toda una vida.

Ya son 6000 los desalojados y más de 400 los edificios sepultados, además de 15 kilómetros de carreteras principales desaparecidos. Todoque, por su parte, se ha convertido en un pueblo fantasma, cercado por la montaña de piedra incandescente que avanza lenta y permite que la gente recoja unas pocas cosas para no perderlo todo. De hecho, hoy se ha derrumbado su Iglesia, que se pensaba que se había podido salvar después de los esfuerzos por reconducir la lava.

Volcán más violento

Además, desde el viernes por la tarde las explosiones se han hecho más violentas, abriéndose dos nuevas bocas y la lava avanza más rápido, lo que ha provocado que vecinos de Tajuya y Tacande tengan que ser evacuados.

Los expertos, que siguen trabajando a pie de campo, aseguran que todavía es impredecible el poder destructor del volcán y que no se sabe si la lava llegará al mar.

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