Montserrat ha hecho esta consideración en su comparecencia en la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado, donde se desarrolla un debate, con la representación de la mayoría de las comunidades autónomas, sobre la necesidad de conseguir un pacto contra la violencia de género. La ministra ha apostado por reforzar la protección de las mujeres y de sus hijos y para ello ha defendido la necesidad de conseguir "el cumplimiento efectivo de la pena impuesta al maltratador".
Además, considera prioritario avanzar con las medidas cautelares que se imponen en el proceso a los maltratadores, como en el uso de los brazaletes, una "forma efectiva de protección porque salvan vidas". Para la ministra "tenemos que tener claro que proteger a las mujeres es proteger a sus hijos, tenemos que reforzar la protección de los menores víctimas de violencia de género, tanto los hijos de las mujeres de víctimas o a los que sufren en su propia piel la violencia", porque "las consecuencias en esos niños son brutales y no lo podemos permitir".
El Gobierno ha anunciado que va a trabajar en el diseño de protocolos específicos para la atención a las mujeres que retiran la denuncia. Ante los representantes de las comunidades autónomas, Montserrat ha destacado que el "diálogo es fundamental para que -vaya donde vaya- la mujer víctima y sus hijos, un profesional de referencia la acompañe a lo largo del proceso de salida de la violencia de género y no se sienta sola en ningún momento". En este ámbito, ha apostado por la labor de las Unidades de Coordinación y de Violencia sobre la Mujer de las delegaciones del Gobierno y de las Subdelegaciones y Direcciones Insulares y las Oficinas de Asistencia a las Víctimas, desde donde se puede hacer un seguimiento personalizado de las víctimas e impulsar la coordinación autonómicos y locales: "Hay que trabajar para la que la cadena de protección sea indestructible y permita la reincorporación laboral de las víctimas, pero para ello es necesario que se denuncie".
