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PARQUES ACUÁTICOS

Protección solar, comidas ligeras, hidratación y... ¡Al agua patos!

La mayor parte de los accidentes que se producen en parques acuáticos se debe a negligencias de los propios usuarios.

Entrenan cada día antes de que el parque abra sus puertas, simulan los distintos casos a los que pueden enfrentarse a lo largo de la jornada. "No es lo mismo una persona que está solamente asustada a una persona que tiene una lesión", comenta uno de los responsables de salvamento.

25 socorristas para 10 atracciones. Imprescindibles, sin ellos y el personal sanitario, el parque acuático no puede abrir sus puertas. Hasta tal punto es así, que si el médico por algún casual se retrasa, la apertura del parque también.

El botiquín y los puestos de guardia están permanentemente comunicados desde el momento de apertura hasta el cierre. Lo más habitual es tratar pequeños traumatismos y quemaduras leves, pero siempre se recomiendan algunas medidas de seguridad básicas para evitar los cortes de digestión.

"Tratar de comer lo más ligero posible, hidratación y protección solar", comenta un enfermero del parque.

El equipo técnico también es importante, todo está automatizado y los controles del agua son muy estrictos. Nada es suficiente cuando se trata de seguridad con el fin de disfrutar al máximo de las atracciones del verano.

 

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