La Audiencia de Barcelona impone la pena más alta

Prisión permanente para el hombre que dejó morir a su novia diabética

Además del delito de asesinato le impone varios de maltrato por violencia de género y otro contra la intimidad


Condenado a prisión

Condenado a prisión EFE

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La Audiencia de Barcelona ha condenado a prisión permanente revisable a un hombre acusado de dejar morir a su novia diabética y grabar su agonía con el móvil. El condenado no la auxilió y ni, tan siquiera, llamó a urgencias a pesar de su estado. La mujer murió por hiperglucemia.

Mariano Daniel Vásquez no atendió a su novia cuando sufrió un coma diabético, enfermedad que ella padecía, por lo que acabó muriendo horas después, en junio de 2019 en su domicilio de Viladecans. Además, el condenado grabó a la víctima mientras agonizaba. En la sentencia la Audiencia de Barcelona, en consonancia con el jurado popular le atribuye un delito de asesinato con ensañamiento, tres de maltrato por violencia de género y uno contra la intimidad de la mujer, una persona "especialmente vulnerable por su enfermedad".

Según la sentencia, la noche del 17 de junio de 2019 la mujer se encontraba muy mal y llamó a Mariano para que le ayudase. Cuando llegó a la vivienda la encontró muy deteriorada, con dificultad respiratoria y sin capacidad para hacer nada por su cuenta. Pero no le prestó ayuda y la estuvo contemplando mientras perdía la consciencia y se "le iba apagando la vida" hasta que sufrió una hiperglucemia que le causó la muerte. En ningún momento pidió ayuda médica.

El hombre grabó su sufrimiento con un móvil

La Audiencia considera probado que no hubiera muerto si el hombre hubiese llamado a urgencias. Además remarca que el ahora condenado grabó con un móvil su progresivo deterioro "para mostrar las imágenes a terceros" y hacer ver que la cuidaba y construirse una coartada en caso de que se investigara su muerte.

También consideran probado entre febrero y marzo de 2019 Mariano Daniel Vásquez mantuvo una relación con la mujer y se fue imponiendo a la víctima controlándola y menospreciándola en público y en privado provocando que se sintiera inferior. Incluso la golpeó en varias ocasiones.

La sentencia añade que el condenado "incrementó el dolor de la víctima con su conducta burlesca, que además grabó en video, estando la mujer en condiciones tan deplorables que seguro que no querría que nadie la viera". Además de la pena de prisión permanente revisable y tres años por los maltratos el tribunal impone al condenado que indemnice con más de 220.000 euros a la familia de la víctima.

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