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DESAPARECIERON EN 2009

Los Mossos buscan los cuerpos de dos desaparecidos en Tarragona

La policía centra el rastreo en un huerto propiedad del principal sospechoso del caso, Ramón Laso, quien ya fue condenado en los años 90 por el asesinato de la que entonces era su mujer y de su hijo.

Los Mossos d'Esquadra buscan desde primera hora de la mañana de este lunes restos humanos en un solar de Tarragona, relacionados con el caso del detenido en Els Pallaresos (Tarragona), Ramón Laso, por su presunta implicación en la desaparición de su mujer y el cuñado de ésta en marzo de 2009.

El inspector de los Mossos d'Esquadra Jordi Domènech ha puntualizado a los medios que se encontraban en la zona que "el área de influencia del rastreo es de 6.000 metros cuadrados, con un huerto de 400 metros, propiedad del inculpado" y que esperan inspeccionar la propiedad para localizar a las personas desaparecidas.

Domènech ha explicado que "la intención es estar un par de días recabando datos con técnicas geológicas" con apoyo de la unidad canina de perros adiestrados y así detectar si existen cuerpos en descomposición en el terreno.

Los Mossos d'Esquadra han afirmado que barajan "la hipótesis que en el lugar se produjo el homicidio" aunque han reconocido desconocer si se encuentran los cuerpos.
Por su parte, el geólogo encargado de la inspección, Lluís Marín, ha relatado como "el 'georadar' detecta cambios en el terreno y características del material enterrado".

La familia, satisfecha
La familia de los desaparecidos se ha mostrado satisfecha por la investigación, según ha relatado Mercedes Lama, hermana de la desparecida, que ha estado presente en la zona para ver cómo los efectivos policiales inspeccionaban el terreno donde ha asegurado que "están los cadáveres".

Lama ha dicho que toda la familia está satisfecha porque al final están rastreando con el 'georadar', porque, según ella, el presunto asesino "lo que hiciera lo hizo en el solar" y es por esta razón que consideran que los cuerpos de su hermana y su marido están allí.

En los años 90, el sospechoso ya fue condenado a 57 años de prisión por el asesinato de su mujer de entonces, a la que estranguló, y de su hijo de seis años, pero llevaba diez años en libertad tras obtener beneficios penitenciarios por buen comportamiento.

El hombre es sospechoso de la desaparición de su última mujer, Julia L., y su cuñado Mauricio F., de los que se perdió la pista en extrañas circunstancias. 

La última información que se tuvo de ellos la dio el ahora detenido, que informó a la policía de que los vio a la una del mediodía cuando ambos salían de sus respectivos trabajos y que le dijeron que querían irse juntos.

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