Samur

Un monitor de gimnasio salva la vida a un joven gracias a una llamada del Samur

El hombre que sufría un infarto fue salvado por este monitor que gracias a las indicaciones telefónicas de un técnico del Samur consiguió mantener con vida al paciente.

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El pasado 16 de diciembre, Carlos, de 35 años, sufrió una parada cardiorrespiratoria mientras hacía ejercicio en un gimnasio. Fue el monitor de este gimnasio, Alberto, quien, siguiendo las indicaciones telefónicas de un técnico de la central de SAMUR-Protección Civil, comenzó las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).

Esta llamada y la valentía del joven monitor lograron mantener con vida a Carlos por lo menos hasta la llegada de los equipos de emergencias que se desplazaron de inmediato hasta el lugar de los hechos y que continuaron la maniobra.

En este gimnasio no contaban con un desfibrilador semiautomático (DESA), pero, afortunadamente, los presentes pudieron conseguir uno en un local de la zona. Así, a la llegada de los sanitarios, el dispositivo estaba listo para ser colocado y reanimar, en pocos minutos, el corazón de Carlos.

Cuando ya volvió a tener pulso, los técnicos del Samur consiguieron estabilizarlo y fue trasladado a un hospital cercano. Gracias a la buena comunicación con los equipos de emergencias, ya estaban preparados para recibir al paciente y administrarle el tratamiento adecuado para este caso.

Tres días más tarde, Carlos despertó en el hospital rodeado de sus seres queridos y sin recordar lo que sucedió ni tampoco los días anteriores al evento. Afortunadamente, no sufrió otro tipo de secuelas neurológicas, algo que preocupaba especialmente a la familia después de haber sido inducido al coma.

Ahora, Carlos se recupera en su casa después de este susto y aprovecha las navidades con su mujer y su hija en lo que él define como “un regalo de la vida”.

Cadena de vida: el plan de emergencias que salva a las personas

Así llaman los equipos de emergencias a este sistema en el que están involucradas muchas personas y que da asistencia al paciente desde el minuto cero en el que se recibe la llamada por parte de los equipos de emergencias y hasta su llegada al lugar de los hechos.

En esta cadena, todos los eslabones son fundamentales y el fallo en cualquiera de ellos podría tener consecuencias muy graves. Por eso, en este caso, la labor de Alberto fue primordial al saber mantener la calma y seguir las instrucciones que Paco, el técnico del Samur, le dictaba por teléfono.

Este miércoles se han reencontrado todos los participantes de esta cadena que salvó la vida de Carlos en un emotivo encuentro en el que el socorrido ha aprovechado para dar las gracias a los que ya llama “sus ángeles de la guarda”.

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