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Ahora vive en Palencia

Un investigador, obligado a cambiar la bata de laboratorio por las herramientas de agricultura

La falta de inversión en los proyectos científicos obligó a Sergio a pasar de usar las probetas por azadas para arar la tierra. Trabajaba en un estudio que podría dar con la fórmula para detectar tumores en fase precoz pero la falta de fondos le obligaron a cambiar por completo su vida.

En el último año la financiación para aquellos proyectos científicos que buscan una solución contra el cáncer ha caído un 25%, consolidando la posición de España en a cola de países que más aportan a la investigación contra esta enfermedad.

Desde España tan solo se invierte un euro por persona al año mientras que en el resto de Europa la media es de unos cinco euros y en Estados Unidos de 17.

Los investigadores advierten de la pérdida de talento español: mientras que muchos se marchan del país en busca de un futuro mejor, otros tienen que renunciar a sus sueños y pasar a hacer actividades que les permitan vivir. Es el caso de Sergio de Cima, cuya vida cambió cuando decidió dejar su bata blanca por el mono de trabajo.

Este joven es Doctor en Biología y tras más de una década dedicada a la investigación contra el cáncer, se dedica ahora a labrar la tierra en una pedanía de Palencia.

Trabajaba en un estudio científico que podría dar con la fórmula para detectar tumores en fase precoz y salvar cientos de vidas, pero la financiación se ha terminado y sin el dinero, el proyecto no puede seguir adelante. Sin un trabajo en su campo, Sergio tuvo que cambiar sus herramientas y pasó de usar una probeta por una azada.

A pesar de que cada año se diagnostican más de 270.000 casos de cáncer y pese a que los científicos calculan que si se duplicara la inversión aumentaría la supervivencia del 53 al 70%, el dinero no llega a los laboratorios y muchos empleados se ven obligados a colgar la bata.

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