Ibiza es uno de los destinos más conocidos y que más turismo atrae. A ella llegan personas procedentes de todas partes del mundo, pero los que lo han hecho este año se han encontrado una isla mucho más tranquila, algo que muchos agradecen.
Las discotecas y el ocio nocturno son uno de los principales reclamos del turismo en Ibiza. Pero este año, por culpa del coronavirus, las discotecas ibicencas tienen prohibida la apertura. Pese a esto, sí que hay bastante ambiente en el casco antiguo de la ciudad.
Ibiza quiere enseñar sus rincones menos conocidos
El verano del COVID-19 ha provocado que todo sea mucho más relajado de lo habitual. Por lo que, durante estos meses, viajar a Ibiza puede servirnos para hacer un turismo más relajado, más familiar, a través del cual podamos conocer sus calas de arena blanca y aguas turquesas.
Lugares tan conocidos como la playa de las Salinas o Cala d’Hort son algunos de más masificados. Pero la disminución de turistas hace que este año se pueda pasear tranquilamente por estos enclaves paradisíacos.
Este verano es, además, el idóneo para conocer la historia de la isla, su rica gastronomía y sobre todo su zona rural. Estos son sus rincones menos conocidos en lo que se potencian los productos ecológicos y el agroturismo.
Ibiza, además, goza de un clima privilegiado durante todo el año. Por lo que es posible disfrutar de la tranquilidad de la isla en cualquier época del año. Todo esto convierte a este lugar en un enclave turístico muy recomendable.
