Halloween 2019: ¿Por qué nos atrae el miedo?

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Halloween 2019

Halloween 2019: ¿Por qué nos gusta sentir miedo?

Hoy celebramos Halloween 2019, la fiesta más terrorífica del año. Nuestro organismo segrega adrenalina y testosterona ante situaciones de terror, provocándonos, según algunos estudios, una sensación 'placentera' e incluso 'adictiva'.

En resumen
  • El cerebro procesa si la la situación de peligro es artificial, y activa posteriormente hormonas 'extremas'.
  • Un estudio publicado por la revista Consumer Research revela que al 90% de la población nos llega a gustar el miedo.

Películas y novelas de terror, videojuegos que provocan pánico o las novelas de suspense que consumiremos en Halloween 2019. Se trata de contenido que nos produce adrenalina, y eso nos gusta. Una sensación que evitamos en la realidad pero que, a veces, buscamos en la ficción: el miedo

La llegada de Halloween se ve reflejada en las ventas de tiendas de disfraces y de caramelos, pero también en las salas de cine de películas de terror. Pero, ¿por qué a veces nos parece tan atractivo 'sufrir' por miedo?

El terror nos proporciona sensaciones 'placenteras', gracias a la activación de hormonas 'extremas' como la adrenalina, la testosterona y el cortisol. Un estudio publicado por los investigadores del Instituto Nacional de Salud Mental estadounidense (NIMH) y del Instituto Tecnológico de Masachussets (MIT) concluyó que las partes del cerebro donde se desarrollan procesos del miedo están conectadas con los 'centros de recompensa'. Estos 'centros', según el informe, nos aportan una sensación agradable e incluso adictiva en aquellas situaciones de miedo artificial, en las que tenemos la certeza de que saldremos ilesos. A nadie le gusta pensar que al cruzar la esquina puede ser atracado, pero esa sensación de cambia cuando vivimos la misma situación delante de la pantalla. Esta emoción 'morbosa' es controlada por la amígdala, mientras que el neocórtex analiza si la situación de peligro es verdadera o no.

La aceleración del corazón, la dilatación de las pupilas o los sudores fríos son reacciones de nuestro organismo frente al miedo, y forman parte del lado más 'primitivo' de nuestro sistema. Estas sensaciones acaban cuando apagamos el televisor o abandonamos el cine. Sin embargo, estudios como el publicado recientemente en la revista 'Emotion', explican por qué llega a ser adictivo el miedo. Doctores y expertos analizaron el estado de ánimo de 262 personas antes y después de haber recorrido una casa de terror. Tras finalizar el recorrido, el 33% de los encuestado declararon sentirse más felices y con mejor humor 'a pesar del mal rato'. Sin embargo, no a todas las personas les atrae sentir miedo, muchos lo evitan a toda costa y no verían una película de terror 'ni muertos'.

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