Desmantelada en Sevilla una banda de presuntos narcos atacada por el fugitivo 'La Mosca'

Un policía muestra a la cámara algunas de las armas intervenidas en la finca en la que han entrado minutos antes. Entre ellas tres subfusiles automáticos, con sus correspondientes cargadores, algunos de ellos ampliados. También pistolas, silenciadores, armas prohibidas y ropa con símbolos serigrafiados simulando ser de fuerzas de seguridad.

Todo esto hace pensar a los investigadores que la banda desmantelada se dedicaba a los 'vuelcos', a robar droga a otros grupos de narcotraficantes. Y eso podría explicar lo sucedido hace unos meses en Marbella.

El 18 de julio de 2023 se produjo un tiroteo junto a un centro comercial en Puerto Banús, en Marbella. Enmascarados dispararon con armas automáticas a las seis de la tarde junto a un restaurante de una zona muy concurrida. No hubo heridos. Tampoco detenidos. Los asaltantes huyeron en un coche que quemaron poco después.

La Policía cree que ese ataque había sido ordenado por Mohamed Amra, un delincuente francés de 30 años conocido como 'Le Mouche' ('La Mosca'). Y el objetivo eran dos de los presuntos delincuentes detenidos ahora.

Emboscada en Francia

Amra estaba en prisión en Francia hasta que el pasado 14 de mayo una violenta emboscada al furgón que le trasladaba a los juzgados consiguió su liberación. Sus compinches, vestidos de negro y con pasamontañas, bloquearon con varios coches los dos vehículos de la comitiva que transportaba al narco.

Dispararon en el peaje de una autopista con sus armas automáticas y asesinaron a dos agentes judiciales. La escena fue grabada por varios conductores. Desde entonces, 'Le Mouche' es el fugitivo más buscado en Francia.

La Policía española ha desmantelado ahora en Aznalcázar, en Sevilla, un grupo criminal especializado en robos a otras bandas de narcos. Los agentes aseguran que los ahora detenidos habían tenido contacto en el pasado con la banda francesa de 'Le Mouche', una relación que no terminó bien. Y eso habría llevado a Mohamed Amra a ordenar una venganza contra ellos que se concretó en ese tiroteo en Marbella.

La investigación policial comenzó cuando las autoridades francesas emitieron una orden de búsqueda por delitos contra las personas contra un sospechoso a la que situaban en la Costa del Sol. La Policía Nacional consiguió localizar el domicilio en el que se escondía y su identidad real. Utilizaba fuertes medidas de seguridad para evitar ser encontrado, se desplazaba en una moto de gran cilindrada y salía de su casa siempre con el casco puesto para evitar que se viera su rostro. Se sabía buscado y no sólo por la Policía.

Asalto a una finca en Sevilla

Las vigilancias sobre la casa permitieron detectar una gran actividad con la presencia de varios individuos y tres coches con matrículas falsas. Los seguimientos llevaron a los agentes hasta una finca rural en la localidad sevillana de Aznalcázar que aparentaba ser su base de operaciones.

Allí había varios individuos y cinco vehículos de gran cilindrada, uno de ellos robado y los otros cuatro con placas de matrícula falsas. Los agentes creen que preparaban algún 'vuelco', algún robo de droga inminente.

Agentes de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES) asaltaron la casa y detuvieron allí a cuatro sospechosos, dos de ellos con Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) emitidas por Francia por delitos graves contra las personas y tráfico de drogas.

Además de las armas, disponían de chalecos antibala tácticos, pasamontañas, guantes, escudos antibala, inhibidores de frecuencias, transmisores, dispositivos de geolocalización y bridas para inmovilizar a personas. Todo los necesario para un posible 'vuelco'. Se les acusa de depósito de armas de guerra, falsedad documental, robos de vehículos y pertenencia a organización criminal.

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