Un total de 34 carreteras permanecen cortadas en la Comunidad Valenciana a causa de lluvias del temporal que está afectando al sureste de España desde el miércoles. La AP-7 sigue cortada en Pilar de la Horadada, así como dos tramos de carretera nacional, la N-332 y la N-340, en la comarca de la Vega Baja, donde más daños ha causado el temporal.
Así, el Centro de Emergencias de la Generalitat Valenciana ha informado del corte de estas 34 carreteras en toda la Comunidad a las 8.00 horas de este sábado. Por comarcas, se mantienen 28 carreteras cortadas en la Vega Baja, tres en la Costera y una en la Vall d'Albaida, la Marina Baixa y el Baix Vinalopó.
En la Vega Baja siguen cerrados todos los accesos a varios núcleos de población. Es el caso de la Matanza, una pedanía de Orihuela, y los municipios de Rafal y Benejúzar.
En la Costera hay dos carreteras cortadas en el municipio de Moixent, así como el acceso desde Fontanars dels Alforins a la CV-652.
Por su parte, en la Marina Baixa se ha cerrado por lluvia un paso inferior de la CV-767 bajo la AP-7, y en el Baix Vinalopó hay un corte en la ronda sur de Elche.
Sin embargo, la Dirección General de Tráfico ha reabierto sobre las 12,30 horas de este sábado la carretera A-317, que se había cortado a su paso por la Puebla de Don Fabrique (Granada) este viernes al haberse inundado tras el paso del temporal derivado de la gota fría, también denominada depresión aislada en niveles altos (DANA).
Por su parte, fuentes de la Guardia Civil de Tráfico han informado de que este mediodía se ha cortado el camino que une los municipios granadinos de Láchar y Valderrubio por el desbordamiento del Río Genil. A esta carretera se suma la A-4200 a su paso por Benamaurel y la GR-9109 en Cúllar, cortadas desde este viernes.
El desbordamiento del Arroyo del Salado ha obligado a cortar el tramo de la A-92 entre los municipios de Santa Fe y Chauchinla, Granada, a la altura del kilómetro 230. El corte se ha producido en ambos sentidos después de que la circulación quedase totalmente imposible por la acumulación de balsas de agua, que están siendo achicadas por los operarios de carreteras.
