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CONTROLARÁN LA POBLACIÓN DE COTORRAS Y PALOMAS

Cuatro pollos de halcón peregrino se "mudan" a un rascacielos de Madrid

El objetivo es que se acostumbren al hábitat urbano y que sean útiles para acabar con palomas y cotorras que sueltan muchos ciudadanos.

Pueden parecer simplemente pollos de halcón peregrino asustados. Aún no saben que van a vivir en la cumbre de un rascacielos. Pero, en realidad, son mucho más. Pueden ayudar a la ciudad, por ejemplo, a controlar plagas.

Jaime Rábago, cetrero, nos explica que ayudan a controlar la población descontrolada de palomas y de cotorras que han liberado muchos ciudadanos. Este miércoles han traido estos cuatro halcones a Madrid.

Pero a este tipo de pájaros los vemos también en Barcelona, en la Sagrada Familia, en Zaragoza. Son un perfecto indicador de la contaminación, como indica la Consejera de Medio Ambiente de Madrid, Ana Isabel Mariño.

Los halcones vivirán ahora en un bosque de ladrillo. Un bosque que parece frío, pero en él sobreviven con facilidad, porque no compiten con otros depredadores para lograr un rico estornino o una paloma. Quizás por eso en los últimos cuatro años nacieron 28 nuevos madrileños que surcan el cielo.

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