Volcán La Palma

Aumentan los niveles de dióxido de azufre en el aire de La Palma por un volcán cada vez más explosivo

Las autoridades insisten en que la isla es segura pero que las zonas más cercanas al Cumbre Vieja deben aumentar las medidas de seguridad y evitar exponerse al aire exterior.

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El volcán de La Palma sigue expulsando lava después de 12 días sin parar. Este jueves ha amanecido incluso más explosivo que estos días de atrás y ahora lo que más preocupa es la calidad del aire. Las emisiones de dióxido de azufre han aumentado y por ello los técnicos del PEVOLCA insisten a la población en que deben evitar salir a la calle en las zonas más afectadas.

La primera medida de precaución es ponerse una máscara antigás en las zonas más cercanas al volcán Cumbre Vieja, concretamente en el pueblo de Tazacorte. El dióxido de azufre ha llegado a niveles muy altos durante varias horas. "Hay ciertos picos que sobrepasan los umbrales, por lo que vamos a trasladar la recomendación a la población de que extremen las medidas de seguridad", advertía el director técnico del PEVOLCA, Rubén Fernández.

Aumenta la lluvia de cenizas sobre La Palma

No solo es por la calidad del aire, que desde el Cabildo de La Palma insisten en que la isla es un lugar seguro ya que se efectúan mediciones constantemente para corroborarlo, sino más bien por la intensa lluvia de ceniza que cae constantemente sobre el terreno.

Precisamente ahí está el problema, en que esa ceniza lleva polvo de lava que perjudica gravemente a las vías respiratorias. Y es que, un día más, el volcán ha mostrado su cara más explosiva.

El humo negro es cada vez más espeso

Humo negro. Cada vez más. El Cumbre Vieja está completamente rodeado y es más denso cada día. Las coladas siguen fluyendo, ahora más lentas, pero igual de destructivas. Acaban con todo a su paso y en las últimas 28 horas a engullido más de 200 edificaciones. En algunos puntos estas coladas ya se desbordan y preocupa especialmente en la isla porque la lava empieza a desviarse del cauce marcado.

En la zona sur, que es la de que rodea la montaña Todoque, ha salido otra pequeña lengua después de haberse ensanchado en otra dirección. Y esta ahora amenaza a decenas de invernaderos que hasta ahora no se encontraban en grave peligro.

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