Miriam, Toñi y Desirée. Las tres niñas de Alcàsser, de entre 14 y 15 años, fueron secuestradas, violadas y asesinadas en 1992. Ahora, 29 años después del crimen, hay novedades. La última vez que se supo de Antonio Anglés, el presunto coautor del crimen, fue en un barco con destino a Irlanda. La jueza ha ordenado encontrar al hombre con el que contactó en su huida ya que podría ser clave para el caso.
A Antonio Anglés se le perdió la pista en un barco con destino a Irlanda en 1993, se coló en él como polizón. "Antes de llegar a Dublín, vi por última vez a Antonio Anglés", dijo Kenneth Steven, el capitán del barco donde se coló, al programa Equipo de Investigación en 2018.
Fue uno de los miembros de la tripulación quien lo encontró. El capitán Stevens asegura que fue cerca de la sala de máquinas donde lo encontraron. Anglés fue encerrado con llave en un camarote. Incluso bloquearon ventanas y puertas con tablas de madera.
El capitán, además, asegura que "era materialmente imposible que escapara desde dentro". Pero al llegar a Dublín ya no estaba. Por ello, Stevens también cree que "alguien tuvo que dejarle salir y haber recolocado la madera. No pudo escapar de ese camarote sin ayuda".
Se conoce la lista de la tripulación y los interrogatorios desvelan 2 nuevas pistas. Anglés realizó una llamada a un empleado de una agencia de transportes de Lisboa en alta mar. Ahora se quiere localizar a ese empleado.
También quieren sumar una fotografía que le hizo uno de los tripulantes al polizón cuando fue descubierto.
Sigue vigente una orden de detención internacional contra Antonio Anglés por secuestro, violación, asesinato, inhumación de cadáver y tenencia ilícita de armas... pero si no le encuentran en 2029 prescribirán los delitos.
