Isabel II
Reino Unido ante la era post Isabel II
La muerte de Isabel II, su reina más longeva, deja más incógnitas que certezas para el futuro del Reino Unido y no es precisamente por falta de previsión ante un hecho natural e inevitable.
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Es una obviedad que la vida no es eterna para nadie, aunque para muchos británicos Isabel II ha sido la soberana, abuela y madre que ha permanecido al frente del Estado durante siete décadas. Varias generaciones solamente la han conocido a ella a la cabeza de la Corona británica y, ahora, nos aseguran, les cuesta creer que ya no estará.
Isabel II se convirtió en heredera al trono contra pronóstico. En su niñez, no fue educada para tal fin. Cuando su murió su abuelo, el rey Jorge V, su tío Eduardo VIII fue proclamado rey pero abdicó meses después para casarse con una mujer divorciada, Wallis Simpson. La muerte de su padre, el rey Jorge VI, la catapultó al trono con solo 26 años en 1952, cuando el país trataba de coser las heridas que aún supuraban tras la Segunda Guerra Mundial. Así arrancó su reinado y a lo largo de 70 años ha vivido los cambios sociales de los años 60s y 70s, las protestas por las dificultades laborales de los años 80s en el Reino Unido, la muerte deDiana de Gales, el cambio a la era digital, el Brexity la mayor pandemia globalen tiempos modernos.
"La monarquía debe adaptarse a los nuevos tiempos"
Desde el 8 de septiembre, día en el que se anunciósu muerte, no se aprecian grandes cambios en el día a día de los británicos pero cuando les preguntamos, sean monárquicos o republicanos, coinciden en que estamos ante el fin de una era. En Edimburgo, frente a la Catedral de San Gil donde se ubicó su capilla ardiente, una mujer de unos 60 años nos decía que, en general, los escoceses "no son monárquicos pero sí isabelinos". "La reina daba una sensación de unidad entre los diferentes territorios del Reino Unido", nos explicaba John, un hombre vestido con el traje tradicional escocés en tonos azules. "Sin duda el reto de Carlos III será ese, mantener el apoyo de todos los territorios y, por lo tanto, la unidad", reflexionaba. "La monarquía debe adaptarse a los nuevos tiempos", concluía otra de las mujeres que esperaba para darle el último adiós a Isabel II.
Los retos de Carlos III
El reinado del nuevo rey arranca en un país empobrecido por el Brexit, ante un invierno duro por las consecuencias económicas y energéticas de la guerra de Ucrania, con huelgas de transporte anunciadas para las próximas semanas, con un nuevo referéndum de independencia en el horizonte de Escocia y en medio de una gran incertidumbre política interna con un gobierno recién estrenado.
No se espera que el monarca lidere y diseñe la solución de los problemas del Reino Unido, como probablemente tampoco hizo su madre. Sin embargo, Isabel II supo ganarse el apoyo y la simpatía de la sociedad británica, entre otras cosas, a base de evitar las extravagancias ni compartir sus opiniones en público. El tiempo, y los incombustibles tabloides británicos, dirán si Carlos III lo consigue también.
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