Coronavirus

La gestión de la pandemia en Reino Unido es uno de los mayores fracasos, según un informe

La investigación concluye que se pudieron evitar miles de muertes por COVID-19 de haberse adoptado las medidas necesarias.

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"El mayor fracaso de salud pública", así describe el informe del Parlamento británico la gestión de la pandemia del coronaviruspor parte del Gobierno de Boris Johnson.

El informe, que contiene 150 páginas, llega por parte de los comités de salud y ciencia del Legislativo británico y en él se detalla que el Ejecutivo esperó demasiado para imponer un confinamiento y contener así la propagación del coronavirus entre la población. Errores "graves" que terminaron con miles de muertos.

Negligencias en el control de la COVID-19

"Existía el deseo de evitar un bloqueo debido al inmenso daño que supondría para la economía, los servicios de salud normales y la sociedad. Las decisiones y consejos sobre cuarentenas y distanciamiento social durante las primeras semanas de la pandemia, se ubican como una de las fallas de salud pública más importantes que el Reino Unido haya experimentado", afirma el documento.

Según ambos comités, las autoridades de Reino Unido también cometieron otras negligencias al no seguir las recomendaciones de los asesores científicos: falta de pruebas de diagnóstico, controles fronterizos más estrictos y rastreo de nuevos positivos.

Crisis sanitaria en Reino Unido

Ante ello, Downing Street prefirió buscar la inmunidad de grupoconviviendo con el virus. Con todo, Reino Unido terminó por convertirse en uno de los países más golpeados por la pandemia a nivel mundial. A pesar de reducir sus cifras de contagios en la actualidad ocupa la octava posición en cuanto a número de fallecidos.

Campaña de vacunación

No obstante, el texto asegura que la campaña de vacunación ha sido un éxito desde su inicio. El país, junto con Israel, logró convertirse en el territorio con mayor celeridad en la inoculación. La clave estuvo en la compra de vacunas cuando aún se estaban desarrollando y la consiguiente movilización de una gran logística.

"La respuesta del Reino Unido, con la notable excepción del desarrollo y despliegue de vacunas, ha sido en su mayor parte demasiado reactiva en lugar de anticipatoria", añade el documento.

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