El Consejo Nacional Sirio (CNS), organismo que intenta agrupar a la oposición al régimen de Bachar al Asad, ha pedido en Estambul una intervención militar a cargo de la comunidad internacional. Abdelbaset Sieda, presidente del CNS, denunció en una rueda de prensa en Estambul la masacre ocurrida el sábado en Daraya, un pueblo de la provincia de Damasco, que atribuyó a las fuerzas gubernamentales y que, según afirmó, costó la vida a unas 500 personas.
Ante la magnitud y la frecuencia de estas matanzas, urge imponer una prohibición de vuelos militares en Siria, dijo Sieda, pero advirtió de que ya no bastaría con esa medida pues considera necesaria una intervención militar directa. Es la primera vez que el Consejo Nacional Sirio, formado hace un año en Estambul, pide de forma explícita la entrada de tropas internacionales en Siria. "No queremos que la comunidad internacional derroque el régimen de Al Asad: hacerlo es nuestra responsabilidad como pueblo sirio en lucha; pero sí exigimos que la comunidad internacional proteja a los civiles", dijo el dirigente opositor.
Sieda, profesor universitario exiliado durante años en Suecia y elegido en junio pasado como presidente del CNS, insistió en que "ya no caben más titubeos y retrasos", hay que pasar a la acción. No pidió a ningún país en particular que encabece la intervención militar, pero desde el inicio de la rueda de prensa se dirigió al rey Abdalá de Arabia Saudí y a Mohamed Morsi, presidente de Egipto, como dirigentes de los países árabes más poderosos, así como al Gobierno de Catar, un emirato pequeño que ha respaldado desde el principio a la oposición siria.
Tampoco especificó si debiera delimitarse una zona concreta de exclusión aérea, tal y como se lleva especulando desde hace meses. Pero Mahmud Othman, otro miembro del CNS presente en la rueda, comentó que las masacres ocurren en todo el país, de manera que una protección eficaz de los civiles sólo se podría garantizar si la exclusión aérea afectara a todo el territorio sirio.
George Sabra, también representante del CNS, subrayó que la responsabilidad por las masacres perpetradas en Siria recae sobre la comunidad internacional, ya que no pone fin a unas matanzas que ya se suceden días tras día. Por otra parte, Sieda pidió a Turquía que mejore la atención a los refugiados sirios y que garantice el acceso a agua potable y la alimentación, ya que ahora no reciben suficiente comida, denunció.
Una delegación del CNS, encabezada por el propio Sieda y su predecesor, Burhan Ghaliun, había visitado el lunes pasado cuatro campamentos en el sur de Turquía para evaluar las necesidades de los refugiados y entregar ayudas.
Masacre en Daraya
El activista Yafar al Jeir, coordinador de la red Sham, dijo que los fallecidos ascienden a 330, debido a los duros bombardeos sufridos los últimos cinco días y, sobre todo, a las ejecuciones sumarias perpetradas ayer, cuando perdieron la vida al menos 200 personas.
Daraya une su nombre a otras matanzas en el conflicto sirio como las de Hula o Tremseh y, según los opositores Comités de Coordinación Local (CCL), se trata de la mayor masacre desde el inicio de la rebelión contra el presidente sirio, Bachar la Asad, en marzo de 2011.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó en un comunicado de que la campaña efectuada por las fuerzas gubernamentales causó la muerte de al menos 320 personas, la mayoría civiles pero también algunos combatientes del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS).