Desaparición

Nueva pista sobre Emanuela Orlandi, desaparecida en el Vaticano hace 40 años

Es otra pista más en una desaparición que envolvió el Vaticano de misterio y oscuridad. Una carta descubierta por un equipo de periodistas de un canal de televisión italiano pone el foco en el tío de Emanuela Orlandi. Según un sacerdote, este familiar abusaba de la hermana mayor de la niña desaparecida. Físicamente, además, se parecería a un sospechoso de la época.

Carteles de Emanuela Orlandi

Carteles de Emanuela Orlandi EFE

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La nueva pista surge de un reportaje de la televisión italiana La7. En él, aparece el nombre del tío de Emanuela, Mario Meneguzzi, fallecido hace tiempo y esposo de Lucia Orlandi, tía paterna de la niña desaparecida en Roma en 1983 cuando tenía 15 años. De la reconstrucción de La7 se desprende que, meses después de la desaparición, el entonces secretario de Estado vaticano, Agostino Casaroli, habría escrito, de manera confidencial, un mensaje por correo diplomático a un sacerdote sudamericano enviado a Colombia por Juan Pablo II, quien en el pasado había ocupado el puesto de consejero espiritual y confesor de los Orlandi.

La carta -siempre según el reportaje- solicitada por círculos de investigación romanos, pretendía aclarar si el religioso estaba al tanto del hecho de que Meneguzzi había abusado sexualmente de la hermana mayor de Emanuela. Una pregunta a la que el religioso respondió afirmativamente.

En la respuesta al cardenal Casaroli, -continúa el reportaje difundido por el informativo de La7-, el religioso también añadíó que la hermana mayor de Emanuela le confió que tenía miedo: le habían dicho que se callara o perdería su trabajo en el bar de Meneguzzi. Las cartas han llegado ahora a la atención de los fiscales de Roma que investigan la desaparición de Emanuela desde hace algunos meses.

Lo que ha despertado la curiosidad de las autoridades es que el tío de Emanuela guarda cierto parecido con el retrato robot de un sospechoso de entonces.

40 años sin respuestas

Emanuela Orlandi, una niña de 15 años que vivía en el Vaticano, desapareció el 22 de junio de 1983. Nunca se llegó a una resolución judicial ni se encontró el cuerpo. Al tratarse de la hija de un empleado que trabajaba en la Ciudad del Vaticano, Ercole Orlandi, funcionario de la Prefectura de la Casa Pontificia, el hecho tuvo una gran repercusión en Italia y en el mundo entero, sobre todo después de las intervenciones públicas del papa Juan Pablo II a favor de Emanuela.

Durante estas cuatro décadas, cientos de hipóteis y teorías han alimentado el misterio. Una de las últimas es que los restos de la adolescente se encontrarían en uno de los monumentos más famosos y misteriosos de Roma: el Castel Sant’Angelo.

La familia Orlandi está convencida de que el Vaticano conoce el destino de Emanuela pero se niega a revelarlo para no crear un escándalo. La familia ha pedido en repetidas ocasiones información sobre el caso, pero el Vaticano siempre ha guardado silencio.

La desaparición

Emanuela, hija de un empleado del Palacio Apostólico (Ercole Orlandi), vivía con sus padres y sus 4 hermanos en una casa dentro de la Ciudad del Vaticano. El 22 de junio de 1983 salió de su casa cerca de las 16:30 como cada miércoles y viernes, cuando asistía a sus clases de música en Roma.​

Al terminar la clase, llamó a su casa y habló con una de sus hermanas sobre una oferta que había recibido para hacer folletos para un vendedor de cosméticos Avon. Salió de la escuela junto a una amiga, se despidieron. La amiga subió al autobús, y Emanuela se quedó sola en la parada. Fue la última vez que se le vio.

Algunas hipótesis que no llegaron a ser confirmadas por la Justicia italiana apuntaban a que la joven podía haber sido secuestrada por un grupo extremista turco para pedir la liberación de Ali Agca, el terrorista encarcelado entonces por haber atentado contra el papa Juan Pablo II en 1981. Otras sugerían que Orlandi fue víctima de una red pedófila detrás de la cual se encontrarían altos jerarcas de la Iglesia. La Fiscalía de Roma investigó también la presunta relación del caso con la Banda de la Magliana, la organización criminal que sembró el terror en la capital italiana durante los años del plomo. Pero nunca se ha llegado a una conclusión.

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