Angela Merkel asegura que las reformas empiezan a dar "buenas noticias"

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CITA EN BERLÍN

Merkel y Hollande se reúnen por primera vez con la mirada puesta en el pacto fiscal

El presidente francés se encontrará con la canciller justo después de tomar posesión de su cargo. Será la primera vez que aborden sus discrepancias sobre el pacto fiscal. Merkel está convencida de que solo son polisibles políticas de austeridad para disminuir el peso de la deuda mientras que Hollande quiere complementarlo con un plan para la creación de empleo.

La canciller alemana, Angela Merkel, recibe al presidente francés, François Hollande, "con los brazos abiertos", según sus propias palabras, pero con el pacto fiscal de la UE cerrado a cal y canto y su rechazo total a toda posible renegociación o modificación del mismo.

El primer encuentro entre ambos, que nunca antes se han visto, tendrá lugar horas después de la investidura de Hollande como nuevo jefe del estado galo y en su primera visita al extranjero, en un gesto claro para demostrar la importancia de la amistad y el eje franco-alemán.

Pero aunque aun no se han visto, ambos han mantenido varias conversaciones telefónicas desde el triunfo electoral de Hollande con el fin de iniciar su acercamiento y preparar la cita en la Cancillería Federal, que tantas espectativas ha levantado.

"Será una conversación para conocerse, pero pienso que a partir de ella se desarrollará una buena cooperación", dijo la propia Merkel este fin de semana. "Sabemos desde que se fundó la República Federal que unas buenas relaciones franco-alemanas son muy importantes para ambos países. Y por ello me alegro de que el martes pueda saludar por primera vez a Hollande como nuevo presidente francés en Berlín", añadió Merkel.

Su portavoz oficial, Steffen Seibert, reiteró hoy que "no será un encuentro para la toma de decisiones, sino para conocerse" y que la visita de Hollande es, sobre todo, una "fuerte señal" para demostrar la firmeza de la amistad franco-alemana, con independencia de sus gobernantes.

Aunque vayan preparando el terreno, Merkel y Hollande no se pondrán realmente con las manos en la masa hasta después de las legislativas en Francia a mediados de junio, en las que el nuevo presidente francés necesita de una mayoría parlamentaria que respalde su política.

Para Merkel, un acuerdo inmediato con Hollande supondría una concesión a la oposición socialdemócrata (SPD), cuyo presidente, Sigmar Grabriel, ha advertido de que su formación solo ratificará el pacto fiscal en el Bundestag y el Bundesrat, las cámaras baja y alta alemanas, si antes se ha puesto en marcha un programa de la UE para fomentar el crecimiento y la creación de empleo.

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