Coronavirus

Investigadores chinos apuntan en un ensayo preliminar que el origen de la cepa británica podría estar en los perros

Los científicos basan su premisa, todavía inicial y no revisada, en que el ejemplar temprano más cercano a la variante británica del coronavirus se ha hallado en perros, pero no en humanos.

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Un grupo de investigadores de Shangái (China) que estudia el origen de la variante B117 del coronavirus, conocida como cepa británica, ha anunciado que los causantes de esta mutación podrían ser los perros.

Aunque se trata de un ensayo que se encuentra en su fase inicial y todavía no ha sido contrastado, los científicos apuntan que la variante británica del COVID-19 "pudo no haber evolucionado espontáneamente en Reino Unido y tampoco entre la población humana".

Los investigadores trataron, en primer lugar, de hallar pistas sobre los primeros contagios esta cepa de coronavirus en viales de pacientes humanos recabados en todo el mundo, pero en ninguno de los casos se trataba de un virus con las mutaciones suficientes como para ser considerado un antecesor de la B117.

Perros, visones, tigres y gatos

Un escenario que cambió por completo cuando ampliaron la búsqueda a los animales. Ahí se percataron de que existían ejemplares tempranos de la variante B117 del coronavirus en perros, visones, tigres y gatos.

La más cercana genéticamente fue una recogida en un perro el 28 de julio de 2020 en Estados Unidos.

Los virus hallados en perros no son idénticos a los de los pacientes de las ciudades británicas de Kent y Londres, donde se detectó por primera vez la variante británica del COVID-19, pero los autores consideran que son los más similares hallados hasta el momento.