Trump
Donald Trump "tiene personalidad de alcohólico", las contundentes declaraciones de su jefa de gabinete
Un fuerte terremoto político sacude la Casa Blanca tras la publicación de una serie de entrevistas de la jefa de gabinete, Susie Wiles, en la revista Vanity Fair. Describe al presidente Trump como alguien con "la personalidad de un alcohólico".

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Una ola de comentarios y reacciones políticas ha sacudido la Casa Blanca tras la publicación de una serie de entrevistas en la revista Vanity Fair en las que, según varios medios internacionales, la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, afirmó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene "la personalidad de un alcohólico". La frase, recogida en varios reportajes, ha generado debate en Estados Unidos y en el extranjero sobre su significado y las implicaciones políticas para la administración.
Wiles, que ocupa uno de los puestos más poderosos en la estructura del Ejecutivo estadounidense, fue citada diciendo que Trump, que no consume alcohol y ha sido abstemio durante décadas, tiene un estilo de personalidad que recuerda a lo que ella describe como "la personalidad de un alcohólico" debido a su manera intensa y sin concesiones de abordar retos y decisiones. Según lo publicado, la comparación estaba ligada a su propia experiencia personal con el alcoholismo de su padre, no a la afirmación de que Trump fuese bebedor o dependiente.
En la serie de entrevistas concedidas al periodista Chris Whipple, Wiles describió que Trump "obra con la idea de que no hay nada que no pueda hacer. Nada, cero, nada", una analogía que buscaba resaltar su confianza extrema y su impulso inquebrantable.
La respuesta de la Casa Blanca
Tras la amplia difusión de esta declaración, la Casa Blanca lanzó una respuesta oficial. Wiles negó que sus palabras hubieran sido presentadas con el contexto completo, calificando el artículo como "engañosamente elaborado", apunta que se omitieron partes favorables a la administración y a la figura del presidente.
Por su parte, el propio Donald Trump defendió a Wiles y asumió parte de la caracterización, aunque insistió en aclarar que no bebe alcohol. En entrevistas con medios como The New York Post y Forbes, dijo que, si hubiera bebido, "tendría una muy buena probabilidad de ser un alcohólico", y describió su personalidad como "posesiva y adictiva", en línea con la analogía utilizada por su jefa de gabinete.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, también afirmó en redes sociales y apariciones públicas que la controversia fue alimentada por una cobertura mediática parcial, y recalcó que muchos comentarios positivos que Wiles y otros funcionarios hicieron sobre la administración quedaron fuera del artículo.
Algunos columnistas han debatido si la comparación de Wiles fue una metáfora inofensiva o un síntoma de tensiones internas dentro del equipo de Trump. Otros han señalado que la defensa pública de Trump a su jefa de gabinete busca consolidar la unidad interna frente a una cobertura que consideran adversa.
Más allá de la polémica lingüística, el episodio ha puesto de relieve las dificultades en comunicación entre la Casa Blanca y los medios.
¿Qué dice de Elon Musk y del vicepresidente J.D?
Además de este comentario sobre Trump, la jefa de gabinete lanzó críticas y descripciones duras sobre varios miembros destacados del equipo: Al vicepresidente J.D. Vance lo ha calificado como "un teórico de la conspiración" que llevaba más de una década con esa mentalidad, y cuya transformación política hacia el trumpismo fue, según Wiles, más una maniobra estratégica que un cambio genuino de convicciones.
Elon Musk, fue descrito por Wiles como "un bicho raro" y un "consumidor declarado de ketamina", comentarios que han sido objeto de debate sobre su veracidad y contexto.
Wiles también abordó cuestiones de política pública, reconociendo errores en la política de deportaciones y admitiendo que hubo falta de coherencia interna en decisiones sobre aranceles y ayudas al tercer mundo, así como discrepancias en torno a medidas como los impuestos impulsados en lo que se denominó los "aranceles del Día de la Liberación de Washington", que sacudieron los mercados y debieron ser finalmente revertidos.
La respuesta oficial del Gobierno fue rápida: tanto Trump como otros altos cargos salieron en defensa de Wiles, asegurando que sus declaraciones fueron sacadas de contexto. Ella misma el artículo de Vanity Fair como un "perfil malintencionado y diseñado para crear una narrativa negativa" sobre la Casa Blanca.
Donald Trump, por su parte, ha restado importancia al término "personalidad alcohólica", afirmando que comprende la metáfora y defendiendo la lealtad y eficacia de Wiles como jefa de gabinete.
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