El Gobierno ecuatoriano espera una información por escrito de Estados Unidos sobre la situación legal del extécnico de la CIA Edward Snowden, quien solicitó asilo político a Quito tras revelar programas secretos de espionaje telefónico y por internet. El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, quien se encuentra en una visita oficial en Vietnam, indicó que, de momento, Estados Unidos aún no ha enviado ninguna comunicación escrita sobre la situación de Snowden, recoge El Ciudadano, el portal informativo del Gobierno de Quito.
Según Patiño, las comunicaciones de su país con Washington sobre este caso han sido hasta el momento verbales y por ello ha dispuesto que se solicite a las autoridades estadounidenses un pronunciamiento por escrito para analizarlo conjuntamente con el pedido de asilo de Snowden. El extécnico de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la Agencia de Seguridad Nacional (SNA) sacudió a EEUU con sus revelaciones sobre programas de espionaje telefónico e informático emprendidos por el Gobierno norteamericano con alcance mundial.
La justicia estadounidense ha solicitado la extradición de Snowden para procesarle por haber filtrado información confidencial y haber violado una ley de espionaje. El acusado, por su parte, ha asegurado en su petición de asilo a Ecuador que su vida corre peligro si llegase a ser repatriado a Estados Unidos.
Snowden, según ha confirmado el presidente ruso, Vladimir Putin, se encuentra en una zona de tránsito del aeropuerto de Moscú, y no será extraditado, al no existir tratado de extradición con EEUU. Ante esta reacción, Estados Unidos ha pedido a Rusia que entregue "sin demora" al informante huido. El incidente amenaza así con enfriar las relaciones bilaterales entre ambos países.
Washington recordó a Moscú "la fuerte cooperación en materia policial y de seguridad" entre los dos países, especialmente desde los atentados de Boston del pasado abril, en los que Rusia aportó apoyo en la investigación de los dos sospechosos. "Aunque no tenemos un tratado de extradición con Rusia, existe una clara base legal para expulsar a Snowden, a partir del estatus de sus documentos de viaje y los cargos pendientes sobre él", indicó Hayden.
El portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell, recordó en rueda de prensa que en los últimos años se ha entregado a las autoridades rusas a alrededor de un centenar de personas buscadas por la Justicia rusa, entre ellas criminales de alto perfil, y EEUU espera reciprocidad en este caso. EEUU está inmerso en una urgente ofensiva diplomática después de perder la oportunidad de aprehender a Snowden cuando se encontraba bajo control de las autoridades chinas y de Hong Kong.
Los diplomáticos de Washington intentan ahora persuadir a Rusia y contener a otros gobiernos críticos como el de Ecuador, que podría dar asilo al responsable de la filtración con la ayuda de Cuba. El presidente estadounidense, Barack Obama, está intentando mantener un perfil discreto en este caso y no intervino en el tira y afloja entre Rusia y Estados Unidos, que para algunos políticos estadounidenses recuerda los años de la Guerra Fría.
El senador republicano y candidato presidencial en 2008, John McCain, dijo que el enfrentamiento diplomático entre Moscú y Washington a propósito de Snowden es una "reminiscencia de la Guerra Fría", al tiempo que pidió a la Casa Blanca que se muestre más dura con Rusia y China. McCain dijo que Putin, al que describió como un "viejo coronel del aparato comunista del KGB", sigue "metiéndonos el dedo en el ojo", comentario que se produce después de que el senador haya criticado al mandatario ruso por su papel de apoyo del régimen sirio de Bachar al Asad.
Mientras tanto, el diario The Washington Post aseguró que el gobierno estadounidense está preocupado por la posibilidad de que Snowden esté consiguiendo protección a cambio de ceder a gobiernos extranjeros secretos obtenidos gracias a los privilegios de su trabajo en Booz Allen Hamilton, subcontrata de la NSA. Los técnicos de la NSA trabajan contrarreloj para determinar qué secretos pudo recolectar Snowden antes de filtrar detalles de dos programas de espionaje a "The Guardian" y "The Washington Post", con los que comenzó una huida que aún no tiene un desenlace claro.