El Líbano

Atrincherado con una ametralladora en un banco de Beirut un hombre que exigía sus ahorros para pagar una operación médica a su padre

Tras permanecer casi 7 horas atrincherado con 6 rehenes en la sucursal, finalmente recibió sus ahorros y se entregó a la Policía.

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Durante casi siete horas un hombre estuvo atrincherado en una sucursal bancaria en Beirut, en el Líbano. Iba armado con una ametralladora y tomó como rehenes a los empleados y clientes. Accedió con un barril de gasolina y amenazó con inmolarse a menos que le fueran entregados sus ahorros, que estaban bloqueados por la entidad bancaria. Para dejar claro que iba en serio, efectuó tres disparos de advertencia. Finalmente se entregó a las autoridades después de conseguir sus ahorros.

Aseguraba que no tuvo más opción que atrincherarse en el banco para poder pagar una operación médica de su padre. Según medios locales, disponía de unos 200.000 dólares bloqueados. Sin embargo, en el banco no había suficiente dinero. Roy Madkour, abogado del Banco Federal de Beirut, dijo que "se está investigando todo". Tras horas de negociación con la Policía y dirección del banco, se entregó.

Ramy Aley, abogado y testigo de lo ocurrido detalló que "se entregó por voluntad propia, sacó parte de los depósitos y quería hablar con el ministro del Interior para que la gente sepa que tiene sus derechos. Nadie resultó herido. El banco le ofreció sacar 30.000 dólares, pero para el hombre de 42 años no era suficiente. En el momento de su entrega, salió rodeado y saludó a un centenar de personas que se encontraba fuera de la sucursal que le mostraron su apoyo.

Problemas de liquidez en el Líbano

Las entidades bancarias libanesas sufren desde finales de 2019 problemas de liquidez. Por ello, se viene aplicando una estricta limitación a la retirada de activos en moneda extranjera. Esto ha provocado que muchos ahorros de los ciudadanos se hayan desvanecido. Además, el país de Oriente Medio sufre la peor crisis económica desde 1850.

Tres cuartos de la población sufre pobreza en el país y la moneda libanesa ha perdido más de un 90% de su valor frente al dólar estadounidense. La pandemia de COVID-19, la crisis alimentaria y la explosión del puerto de Beirut que acabó con la vida de 250 personas y destrozó media ciudad incrementaron la desesperación de la población.

"La crisis económica habría podido evitarse, fue provocada por políticas gubernamentales erróneas y una deuda pública enorme que condenará a los libaneses durante varias generaciones", criticó en mayo un informe del relator especial para los Derechos Humanos y la Pobreza Extrema, Olivier de Schutter.

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