¿Qué pasaría si Pedro Sánchez dimitiera?

Este lunes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciará su decisión sobre si continuará o no en el cargo, tras los cinco días que se concedió para reflexionar tras las acusaciones dirigidas hacia su esposa, Begoña Gómez.

Sánchez comunicará hoy la decisión que ha tomado ante la campaña de "acoso y derribo" que considera que están protagonizando contra él y su esposa el PP, Vox y medios y organizaciones de la derecha y la ultraderecha.

Tras las diligencias abiertas en un juzgado de Madrid a consecuencia de una denuncia contra ella de Manos Limpias, Sánchez publicó una carta a la ciudadanía en la que anunciaba que cancelaba unos días su agenda para reflexionar si merecía la pena seguir al frente del Gobierno y que haría pública su decisión en una comparecencia en el Palacio de la Moncloa este lunes

Ante esta incertidumbre, se vislumbran cuatro posibles escenarios:

Mantenerse en el cargo

En este escenario, Sánchez podría optar por mantenerse como presidente del Gobierno a pesar de las acusaciones y presiones políticas en su contra. Esto implicaría continuar enfrentando la causa judicial que afecta a su esposa y mantener la estabilidad del Gobierno de coalición.

Sin embargo, su permanencia en el cargo podría verse comprometida si sus socios de coalición o partidos de oposición retiran su apoyo, lo que podría dificultar la gobernabilidad y la capacidad de aprobar leyes y políticas.

Dimitir sin convocar elecciones

En este caso, Sánchez podría decidir dimitir, pero sin convocar elecciones anticipadas. La Constitución recoge este supuesto en su artículo 101: en caso de dimisión o fallecimiento del presidente, todo el Gobierno cesa, pero se mantiene en funciones hasta la toma de posesión de un nuevo Ejecutivo.

Según lo dispuesto por la Ley del Gobierno, las funciones del presidente son asumidas por los vicepresidentes o, en su defecto, por los ministros. Lo más probable en este caso es que la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, se hiciera con el control del Gabinete de forma provisional.

Esto llevaría a la necesidad de proponer otro candidato para la investidura. Sin embargo, si ningún candidato logra obtener la mayoría absoluta en el Congreso en la primera votación, se abriría un plazo de 48 horas para una segunda votación en la que solo se requeriría mayoría simple.

Esta opción podría llevar a un período de incertidumbre política si no se logra consenso en torno a un nuevo candidato, lo que podría desembocar eventualmente en la convocatoria de elecciones anticipadas.

Dimitir y convocar elecciones

En este escenario, Sánchez podría optar por dimitir y convocar elecciones anticipadas. Sin embargo, la convocatoria de elecciones no podría realizarse hasta el 29 de mayo, debido a las disposiciones constitucionales que establecen un año mínimo entre disoluciones de las Cortes Generales.

Esta opción podría ser vista como una medida para renovar el mandato político y buscar un nuevo respaldo del electorado, pero también podría generar un período de incertidumbre y polarización política en el país.

Someterse a una moción de confianza

Sánchez podría también optar por buscar el respaldo del Congreso a través de una moción de confianza. Esto implicaría solicitar el apoyo del Parlamento a una declaración política, que solo requeriría una mayoría simple para ser aprobada.

Si Sánchez logra obtener el respaldo del Congreso en esta votación, podría fortalecer su posición política y reafirmar su mandato como presidente del Gobierno.

Cada una de estas opciones tiene implicaciones significativas para el futuro político de España. Si Sánchez decide dimitir y no se propone otro candidato con suficiente respaldo, podría desencadenar la convocatoria de elecciones anticipadas, lo que afectaría a la tramitación de leyes pendientes, como la ley de amnistía.

Además, su continuidad en el Gobierno dependerá en gran medida del apoyo del bloque de la investidura, especialmente en un momento en que el caso Koldo ha puesto bajo escrutinio al PSOE tanto judicial como políticamente.

La expectativa ante el anuncio de Sánchez ha mantenido en vilo al panorama político español, y su decisión marcará el rumbo del país en los próximos meses.

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