La diputada y portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Irene Montero, se reafirma en la decisión de su partido de haber rechazado la oferta de Gobierno de coalición el pasado mes de julio al considerar que le ofrecieron "sillones sin contenidos" y subraya que la decisión fue de todo el grupo a pesar de que se le atribuyó a su persona frente a la posición de dirigentes como el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón.
Irene Montero ha interrumpido su permiso de maternidad por primera vez desde que el pasado 3 de agosto naciera su hija Aitana para ofrecer una entrevista en TVE. Así, comenzará a tener más minutos en la actividad pública pero "sin llenar mucho la agenda", explican fuentes de su entorno.
Respecto a la actitud del PSOE en los últimos meses, Montero ha explicado que desde el 15-M, los ciudadanos han dicho que se acabó el bipartidismo, al que ha identificado con la corrupción y la "mentira descarada", y por eso los partidos antiguos, "especialmente el PSOE, que es quien más ha gobernado" en democracia, "van poniendo obstáculos para que esa situación de cambio político no se asiente en las instituciones".
Ante la situación de bloqueo que hay en el Congreso de los Diputados y que va a llevar a España a otras elecciones, Montero asegura que el multipardidismo no es el problema y se pregunta por qué no lo ha sido en las comunidades autónomas donde sí se han hecho Gobiernos de coalición. El problema, para Montero, es que a nivel estatal sí ha habido "la intención, que podemos personalizar en Pedro Sánchez, de tratar de revertir estos avances".
A los socialistas les recrimina no concebir que los votantes de Unidas Podemos "tienen derecho de estar representados en el Gobierno" y, al ser preguntada por la coalición rechazada, se reafirma: "Era una propuesta de mentira. Caducó como si fuera un yogur. El PSOE nunca quiso hacer esa propuesta y se vio forzado (por la renuncia de Pablo Iglesias a entrar en el Consejo de Ministros). Nunca hemos querido sillones si nos ofrecen sillones sin capacidad de cambiar la vida de la gente".
Montero, que rechazó ser vicepresidenta si es solo "para dar la cara por el ministro de Fomento o el de Justicia" cuando incumplieran su programa, aclaró que esta no fue una decisión suya, sino que "las decisiones en Unidas Podemos las hemos tomado siempre de forma colegiada; analizamos que era una propuesta de mentira, sillones vacíos de contenido".
Sin embargo, a la vez ha asegurado que ambas partes estuvieron "muy cerca de llegar a un acuerdo" y por eso Unidas Podemos se abstuvo en la primera votación de investidura de julio, como gesto para reactivar un diálogo que ya no se retomó. Por ello, la portavoz interpreta que "la gente ha visto claramente que el PSOE nunca quiso gobernar con nosotros, nunca dejó de mirar a la derecha; lo que han buscado siempre es el acuerdo con la derecha", y que los socialistas "se quedaron sin excusas y aun así prefirieron llevarnos a elecciones antes que formar un Gobierno progresista".
