Biodiversidad marina

El ecosistema marino del Mediterráneo estará monitorizado desde el espacio

El proyecto Petri-Med va a monitorizar la biodiversidad marina del Mediterráneo. El trabajo, liderado por el ICM-CSIC, quiere desarrollar indicadores de monitorización mediante la teledetección, la inteligencia artificial y el análisis genómico.

El ecosistema marino está monitorizado por el espacio

El ecosistema marino está monitorizado por el espacio EUMETSAT

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El proyecto Petri-Med ha comenzado a desarrollarse este mes abril a través de una iniciativa llevada a cabo por el Instituto de Ciencia del Mar (ICM-CSIC) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El objetivo que se quiere conseguir es la capacidad de desarrollar indicadores que puedan monitorizar la biodiversidad microbiana del Mediterráneo a través de la teledetección, el análisis genómico y la inteligencia artificial. Una monitorización que ofrece mucha información y permite conocer el estado de salud del medio marino.

Técnicas que se están llevando a cabo

Para lograrlo, se está desarrollando un índice basado en esa teledetección que monitoriza el estado y las tendencias espaciotemporales de la composición del ecosistema marino del plancton.

Todo este proyecto se está realizando dentro de la plataforma temática interdisciplinar Teledetect.

"Nos queremos centrar en el mar Mediterráneo porque está catalogado como uno de los puntos calientes de biodiversidad marina y costera más importantes del mundo y proporciona una gran cantidad de servicios ecosistémicos y culturales a millones de personas", explica Marco Talone, investigador del CSIC y coordinador del proyecto.

Teledetección, Inteligencia artificial y genómica

Petri-Med se basa en mediciones radiométricas que se llevan a cabo vía satélite. Esta técnica trabaja midiendo la fracción de luz solar que está dispersa en la capa superior de agua y que, una vez entra en contacto con partículas en suspensión, pueden, o bien absorber la luz o bien dispersarla.

Los datos que se obtienen se mezclan(acción llevada a cabo mediante inteligencia artificial) con modelos biogeoquímicos y físicos, que proporciona el Servicio de Vigilancia Marina Copernicus.

Último objetivo que persigue el proyecto

El objetivo último del proyecto (financiado por la Unión Europea y la Fundación Biodiversidad) es proporcionar a los responsables políticos y otras partes interesadas los conocimientos necesarios para una buena gestión de los ecosistemas. Todo ello permitirá diseñar y, por tanto, aplicar varias estrategias y políticas de protección y, por ello, realizar un seguimiento de la viabilidad en la gestión de Áreas Marinas Protegidas (AMP) que responden al cambio climático.

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