Las vacaciones son más caras que nunca en España: "Sale más barato irse a Europa a cualquier destino"

Irse de vacaciones en nuestro país nunca había sido tan caro como este año. Han subido los precios de prácticamente todo, llegando a ser casi un lujo veranear en España para muchos. Lo que más se ha disparado han sido los precios de los billetes de avión, que son ahora un 12% más caros que el año pasado. Y esto afecta especialmente a las Islas Canarias: "Los canarios necesitamos el avión siempre", se queja una mujer en Las Palmas de Gran Canaria.

También se ha encarecido el precio de los hoteles, que, si los comparamos con el año anterior a la pandemia, ahora cuestan casi un 40% más. Alojarse en un hotel cuesta de media 130 euros, y en 2019 se pagaba de media por noche 93 euros. "Ya es casi un lujo… Hay que buscar con mucha gente un apartamentito para dividir gastos", dice un grancanario. Especialmente la subida se nota en los hoteles de lujo, porque los cinco estrellas son los que más han subido sus tarifas, con un precio medio que supera los 300 euros por noche. "Los precios están desorbitados", dice otro joven.

Lo que sí se mantiene son los paquetes turísticos que ya habían experimentado una gran subida de precio en los años anteriores: "Nosotros hemos tenido suerte y hemos encontrado una buena oferta de vuelo y hotel", afirma un hombre.

Los trenes no se libran de la subida, más del 5% en este año, y el transporte marítimo, más todavía; los cruceros han subido un 7,4%. "Sale más barato irse a Europa a cualquier destino antes que, por ejemplo, ir a la península", dice otra mujer. Un viaje de tres días cuesta de media más de 300 euros este verano: "Ahora en temporada alta, inalcanzable", dice un joven.

No solo hospedarse o desplazarse es más caro; salir a comer fuera o de fiesta también cuesta más que el año pasado, con subidas de uno o dos euros, por ejemplo, en las raciones de los bares y restaurantes. "Se ha notado desde el precio de la caña a la tapa hasta el tamaño de la tapa también", dice una mujer.

Los españoles gastamos de media unos 100 euros en salir a comer, y los extranjeros todavía más. "Ha subido todo, pero es verano y hacemos un pequeño esfuerzo", dice una joven andaluza. Y ojo, porque no parece que la situación vaya a cambiar a corto plazo si tenemos en cuenta la guerra arancelaria desatada por Donald Trump y el impacto que pueda tener en Europa.

A pesar de todo esto, los españoles no estamos dispuestos a renunciar a esos días de merecido descanso en verano, y para ello se llevan a cabo distintas estrategias, como buscar ofertas de última hora, reducir la estancia en los hoteles, es decir, irnos menos días de lo que lo hacíamos hace unos años, o incluso algunos no dudan en pedir un préstamo para poder veranear.

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