Okupación
Tres años conviviendo con okupas: peleas, amenazas de muerte y plagas de cucarachas
Plagas de cucarachas. Luz de la escalera pinchada. Broncas y vandalismo. Es lo que tienen que aguantar los vecinos de una vivienda ocupada en un edificio de Tarragona. Hablan de okupación violenta.
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Lourdes y Mari Carmen nos enseñan el portal. Han tenido que poner una alarma, blindar las puertas de los contadores de luz y agua con candados. "Estamos sufriendo agresiones y hemos tenido que poner medidas de seguridad en el portal porque nadie nos ampara", nos lo cuenta Lourdes.
Destrozos, buzones rotos, patadas en las puertas de los contadores y zonas comunes y más derramas para los vecinos.. La comunidad ha pagado todo esto. La alarma, puertas y candados en los contadores de luz y agua. Aún así, con todas estas medidas "han conseguido engancharse a la red eléctrica de la comunidad".
En este bloque de Tarragona viven desde hace tres año unos okupas. Los vecinos han tomado todas las medidas que han podido. "Vamos por lo legal, hemos llamado a Policía, cartas al Ayuntamiento, y nadie nos escucha", se quejan los vecinos.La nueva ley de vivienda, al detalle: ¿'alfombra roja' para okupas o un respiro para los más vulnerables?
Han presentado hasta diez denuncias
Han presentado hasta diez denuncias. Nos cuentan que ellos lo ven como estos okupas venden y trapichean con drogas, hay peleas, navajazos, un día vimos sangre en el portal", dice Mari Carmen
Pero lo peor es el miedo que tienen. Han amenazado a uno por uno de los vecinos del bloque. A Lourdes le dijeron cara a cara que le "iban a pegar un tiro en la frente". A Mari Carmen que le iban a pinchar con un cuchillo y raja con una catana
Amenazas de muerte, ruido y trapicheo, pero además, suciedad y plagas de cucarachas. Han tenido que colocar trampas para acabar con la plata de estos insectos.
El lunes sufrieron otro susto, uno más...un incendio en la casa okupada. Tuvieron que venir varias dotaciones de bomberos. "Los bomberos tuvieron que tirar la puerta abajo y volvieron a dejarlos entran. Son cosas que no se entienden", narra una vecina.
Marí Carmen nos cuenta con mucha pena que "cuando me dicen que los okupas son gente pobre, eso es mentira, los pobres somos nosotros".
Porque ellos son las víctimas, así se sienten.
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