Ola de calor

Trabajadores al límite: profesiones que "arden" en plena ola de calor

Trabajar en verano es un suplicio, pero más aún para algunos profesionales como churreros, jardineros, obreros o planchadoras.

Trabajadores al límite: profesiones que "arden" en plena ola de calor

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Hace mucho calor y las calles "arden", pero hay negocios muy acostumbrados a las altas temperaturas. Aquí, la temperatura se dispara en el interior y 'hace un calor de muerte'. Es lo que nos explica Gema Padilla, responsable de una tintorería de Barcelona.

"Aquí dentro el termómetro marca 34 grados con una humedad del 60%", añade, y nos explica sus trucos para sobrevivir a este calor infernal: "Bebemos mucha agua, pero ya estamos acostumbradas'. Además, en el local han colocado un divertido cartel: "Prohibido hacer ningún comentario sobre la temperatura de la tienda", podemos leer, mientras que Gema, entre risas, asegura que 'hay que tomárselo con humor". Lo mismo nos cuenta Ángela, que trabaja como planchadora en el mismo comercio: "Estoy chorreando, pero es mi profesión. Lo bueno es que en invierno estamos calentitas".

Otros negocios que arden: churrerías y asadores de pollos

Cuando entras en la pollería Carol del barrio de La Bordeta, en Barcelona, te entra mucha hambre y también calor. Aquí cocinan todo tipo de comida preparada, y su plato estrella es el pollo asado. Por eso, tras la barra y cerca de donde se asan, la temperatura puede alcanzar los 34 grados.

Nos lo explica Oriol Valls Carol, tercera generación al frente del negocio: "Ya sabemos lo que hay", y apunta divertido que "los pollos se hacen con hielo y no con fuego", y que "el mejor truco es meterse en la cámara de refrigeración que tienen dentro". La temperatura respecto al exterior del local puede variar entre 4 y 8 grados. Los que trabajan entre fogones están habituados a hacerlo con el mercurio disparado.

En la Churrería Sant Andreu también se unen al "Club de trabajadores acalorados". "Los churros se hacen a 230 grados", nos explica Toni Pizcueta, "se suda mucho, pero hay que venir a trabajar". Lo mismo nos explica Núria Coria: "Aquí sudamos la gota gorda".

Trabajadores en la calle que buscan sombras y fuentes

Las calles hierven, pero ellos no paran. Hablamos de los repartidores salvados por una fuente, transportistas en ruta que distribuyen pedidos o jardineros que buscan la sombra en su jornada laboral. Para evitar el temido golpe de calor, los expertos recomiendan hidratarse y evitar las horas más calurosas del día. En algunas obras ya se ha acordado parar a las 12 del mediodía para evitarlo. Se recomienda adaptar las jornadas laborales ante una ola de calor y avisar si alguien se encuentra mal.

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