Hay rasgos físicos que ayudan a tener un mejor sueldo. Según varios estudios de universidades norteamericanas, los trabajadores más altos, más guapos y con una voz más grave cobran más. Lo dicen los expertos en una nueva corriente relacionada con el marketing que han bautizado como economía biológica.
Margaret Thatcher moduló su voz con el objetivo de parecer más poderosa. 'La Dama de Hierro' tomó lecciones para bajar el tono de su dicción y conseguir mayor autoridad. Y es que la voz guarda una estrecha relación con la proyección profesional. Aquéllos con voces más graves suelen dirigir empresas más grandes, ganar más dinero y durar más en el cargo.
Según las estadísticas, a las mujeres rubias les va algo mejor: ganan un 7 por ciento más que el resto de mujeres. Existe una especie de prima de belleza por la que se calcula que los más guapos cobran entre un 10 y un 20 por ciento más.
El peso también influye. Engordar un 1 por ciento equivale a una caída de ingresos del 0,6 %. Además, los calvos proyectan una imagen que impone, y los altos también. Quizá por eso, muchos mandatarios tienen el deseo de medir unos centímetros de más.