Ingreso Mínimo Vital

Mujer y con menores a su cargo, el perfil de los solicitantes del Ingreso Mínimo Vital: "Tengo la nevera vacía"

El Gobierno calcula que 850.000 hogares necesitan solicitar el Ingreso Mínimo Vital, pero solo unos 500.000 lo están recibiendo y solicitarlo no es fácil. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones moviliza un autobús para informar sobre cómo pedir la ayuda económica.

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Catalina trabaja nueve horas a la semana por las que cobra 200 euros al mes. Tiene 61 años y le resulta muy difícil encontrar trabajo debido a su edad. Le gustaría poder, al menos, trabajar unas cuantas horas más para poder llegar al salario mínimo interprofesional. Entre su marido y ella ingresan 1.200 euros, pero no es suficiente para afrontar los gastos de gas, comida y medicinas. Catalina se ha acercado al autobús que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Socialha colocado hoy en Parla, y que recorrerá todo el país, para informarse sobre cómo conseguirlo.

En una situación más grave todavía está Pilar, 59 años. Vive con la pensión de orfandad de su hijo. No puede pagar la luz y dice que tiene vacía la nevera. Su hijo también está en el paro. Necesita la máxima información para presentar la documentación cuanto antes. Ella cree que cumple sobradamente los requisitos para acceder al Ingreso Mínimo Vital. A esta ayuda han accedido ya 510.000 hogares, o lo que es lo mismo, millón y medio de personas de las que 600.000 son menores.

¿Quiénes piden el Ingreso Mínimo Vital?

La mayoría de los solicitantes es mujer y con hijos a su cargo. Para muchas de ellas no es fácil acercarse a pedir una ayuda por dos motivos principalmente: la burocracia y la vergüenza de tener que solicitar dinero. Muchas de ellas nunca se han visto en una necesidad tan acuciante como para iniciar trámites de ayuda al Estado, ni siquiera la solicitud del paro.

Es lo que le pasa a Elisabeth a su casa entran todos los meses unos 2.000 euros, el sueldo de su marido, pero son seis miembros en la familia y su madre y uno de sus hijos son discapacitados. Ella no puede trabajar fuera del hogar porque se tiene que ocupar del niño. Además necesita cuidados y tratamientos especiales, que no están subvencionados en su totalidad por la Seguridad Social. Tiene otros dos hijos en edad escolar que también demandan atención, cuidados y dinero. Pagar libros, ropa, luz, agua, gas, alquiler y llenar el frigorífico para seis personas con 2000 euros es imposible. No está segura de poder recibir el Ingreso Mínimo Vital y dice que lo necesita como el agua.

Daniel, 44 años, en paro, casado y padre de dos hijos vive con sus padres para ahorrar gastos. Se mantienen haciendo muchos esfuerzos con la pensión del abuelo. Es de los pocos hombres que se han acercado a preguntar por el Ingreso Mínimo Vital al autobús. Es la segunda vez que lo solicita, la primera vez se lo denegaron. Como ahora solo entra la pensión de su padre en su casa va a pedirlo de nuevo. No le da vergüenza acercarse al autobús, pero preferiría un trabajo seguro, estaría dispuesto a trabajar en cualquier cosa, para pagar un alquiler, irse con sus dos hijos y su mujer de nuevo a vivir independientemente y dejar vivir a los abuelos también.

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