De los 4.700.000 parados que hay en estos momentos en España, millón y medio son menores de 30 años. La medida más destacada del plan quiere impulsar su contratación parcial: un aliciente para las empresas será que podrán deducirse el 100% de sus cuotas a la seguridad social a cambio de contratarlos por un mínimo de 6 meses.
Eso sí, tendrán que mantener un nivel de empleo. Si no lo hacen, deberán devolver la bonificación. Con esta medida el Ejecutivo pretende evitar un efecto sustitución y que se despida a trabajadores cuyos contratos no pueden gozar de la nueva exención.
También se recogen medidas concretas para los parados de larga duración mayores de 45 años, y una paga de 400 euros durante seis meses para desempleados sin prestación o subsidios que tengan ingresos inferiores a 6.700 euros anuales.
Esta nueva ayuda no podrán cobrarla quienes hayan percibido la actual de 426 euros y que caduca el próximo día 26. Una es incompatible con la otra.
Los sindicatos ven precipitada la aprobación del plan y critican que haya gente que se quede sin cobertura.
Para que los desempleados puedan realizar su itinerario personalizado de búsqueda de empleo deberán firmar un contrato: una especie de acuerdo personal con el servicio público de empleo a través del que se comprometen a buscar trabajo activamente y a participar en los cursos que se les proponga.