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Charline también tiene el día cronometrado. Esta funcionaria belga deja a su bebé en la guardería a las 8.00 horas de la mañana y lo recoge a las 17.00 horas de la tarde, cuando termina su jornada laboral.

Una economía que necesita a las mujeres

La economía europea necesita a las mujeres en el mercado laboral, pero también una natalidad más alta. Los datos auguran que en 2030, el viejo continente habrá perdido hasta 20 millones de trabajadores. Por eso, muchos países luchan para que la conciliación familiar y laboral sea satisfactoria. Los estados nórdicos como Dinamarca, Suecia o Finlandia, lo saben bien: son los que más protegen a las madres trabajadoras y también donde más nacimientos se producen.

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