De Viana do Castelo a Sagres: Nico Aubert cruza Portugal en paramotor

Partía de Viana do Castelo con destino a otra ciudad portuguesa situada al sur: Sagres. Son los puntos más lejanos entre sí de Portugal. Nico Aubert sobrevoló lugares emblemáticos como la playa de Nazaré. Debajo de sus pies un mar infinito y paisajes que sobrecogían a esa altura. En redes sociales este aventurero y piloto de paramotor explicaba cómo iba a ser su reto: "Solo yo, mi paramotor, un colchón y una tienda de campaña para hacer vivac".

De norte a sur de Portugal a paramotor y sin asistencia

Sin asistencia, solo con su paramotor, de norte a sur en Portugal. Aubert tuvo que hacer ciertos cambios. Alforjas a los lados y reemplazar un depósito de diez litros a otro de diecisiete. La imagen más curiosa era cuando debía de aterrizar para repostar combustible. Las caras de asombro, entre los lugareños, eran inevitables: "Si me quedo sin gasolina voy planeando, no caigo para abajo".

Con su paramotor tenía que evitar ciertas zonas delicadas: "Por ejemplo los aeropuertos, tenía que tener cuidado con los cables eléctricos. Me tenía que fijar en las torres de luz". Uno de los grandes peligros para este tipo de deporte.

Nico empezó la aventura con problemas meteorológicos, como la densa niebla del primer día: "Si tengo que aterrizar no veo lo que tengo debajo. Pasé algo de miedo", nos decía Nico Aubert. Elegía la costa para poder navegar con vientos más favorables ya que volando hacía el interior "tenía grandes turbulencias, sobre todo en esta época del año".

Pudo ver el España-Croacia

Pero también tuvo tiempo de disfrutar. Un vuelo apacible le permitió seguir un partido de España en la Eurocopa: "Vi el partido contra Croacia, me puse el móvil sobre mis rodillas y lo pude ver", sonreía Nico. La aventura no fue completa porque la idea que tenía era terminar en su pueblo natal, Fuengirola. Los vientos contrarios se lo impidieron.

Italia, su siguiente reto

Con viento a favor pudo alcanzar velocidades de 60 kilómetros hora. Aubert hizo etapas de cuatro a cinco horas de vuelo. Tras tomar tierra dormía en su tienda de campaña en playas solitarias. Lo llama 'vuelo vivac' y así recorrió Portugal en dos días. Su proyecto, llamado 'World Arcs', lo inició cruzando de punta a punta España. Dice que su siguiente reto le llevará a Italia.

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