Wimbledon

La lluvia se apodera de Wimbledon: un total de 69 partidos cancelados

Habrá que esperar a este miércoles, donde hay un total de 87 partidos programados ya, para ver el debut de Paula Badosa o Alejandro Davidovich, entre otros.

La pista central de Wimbledon

La pista central de WimbledonEFE

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La lluvia ha obligado a cancelar casi todos los partidos que estaban previstos para este martes en la segunda jornada de Wimbledon, un total de 69. En este tercer Grand Slam de la temporada -el único sobre hierba- se esperaba con ansia el estreno de los españoles Paula Badosa, Roberto Carballés, Alejandro Davidovich, Nuria Párrizas y Jéssica Bouzas. Pero no ha podido ser.

La organización del torneo inglés decidió pasar al miércoles la mayoría de encuentros de primera ronda que estaban previstos en pistas exteriores, después de que estos fueran suspendidos a la espera de si la lluvia cedía en algún momento. Tan solo se han podido jugar y terminar cinco: tres en la pista central y otros tantos en la pista 1, donde existe el techo retráctil.

Entre los duelos que se han aplazado están el de la catalana Paula Badosa ante la estadounidense Alison Riske-Amritraj; el de la granadina Nuria Párrizas ante la bielorrusa Aliaksandra Sasnovich; el del tinerfeño Roberto Carballés ante el italiano Matteo Arnaldi; el del malagueño Alejandro Davidovich ante el francés Arthur Fils; y el de la joven pontevedresa Jéssica Bouzas ante la ucraniana Anhelina Kalinina.

A su vez, se ha vuelto a aplazar el partido de Roberto Bautista. Hay que recordar que el castellonense dominaba el lunes por dos sets a uno, ante el ruso Roman Safiullin, antes de que la falta de luz obligase a continuarlo el martes.

La seguridad de los jugadores por encima de todo

El torneo subrayó este martes que la seguridad de los jugadores está por encima de cualquier contingencia, a pesar de que no dio explicaciones de qué sucedió para que la Central no estuviese a punto mientras si se competía con normalidad en la Pista 1 (que estaba cubierta).

Lo que está claro es que estos techos fueron una salvación para Wimbledon dentro del caos que ha causado la lluvia, que sólo permitió que se jugase 60 minutos cuando comenzó la sesión en las canchas exteriores.

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