El Real Madrid golea al Deportivo en el debut de Zidane en el banquillo

Qué cambio ha dado el Real Madrid en apenas una semana. Qué cambio, para mejor. Para disfrutar. Para sonreir. Para aplaudir. Para ser todos uno. Para remar en la misma dirección. Zinedine Zidane ha logrado devolver la ilusión y la unión al madridismo en su primer partido como técnico. Uno que nunca olvidará. Uno que hizo honor a su camiseta, a ese 5 que maravilló al Bernabéu cuando él lo lucía. Y es que en su debut, el francés ha visto cómo sus pupilos le endosaban un 5-0 al Deportivo de La Coruña haciendo un fútbol brillante.

Uno que gusta en el templo merengue. Exhibiendo total superioridad frente a su rival, salvo un pequeño susto al comienzo bien solventado por Navas y algún disparo con peligro de Lucas Pérez. Salvo eso, el Depor apenas mostró signos de vida en el Bernabéu. En un Bernabéu que cambió la música de viento por la de percusión con sus palmas. Pues vieron a los suyos sudar. Vieron a los suyos correr. Vieron a los suyos jugar, y disfrutar. Y cuando eso pasa se nota.

Se nota en las caras y en el fútbol. Uno que premió el buen hacer del Real Madrid con un 2-0 en la primera parte. Benzema fue el primero en devolver a 'Zizou' la confianza que este siempre ha tenido para con él. Karim, pillo él, aprovechó un disparo algo inquietante para desviar la dirección del cuero y sorprender a unos blanquiazules que pidieron un fuera de juego inexistente. Y Bale, el bueno de Gareth, empezó su espectáculo goleador con el primero de su cuenta al mandar de cabeza a la red un enorme centro de Carvajal.

Zidane, con Carvajal e Isco en el mejor Real Madrid del curso

Sí, Carvajal fue la primera de las dos sorpresas de Zidane. La otra fue Isco y la suplencia de James. Ni se notó que el colombiano no estaba. Con Ramos en el banquillo al comienzo de la segunda parte, Varane vio en primera persona la conclusión del show del expreso de Cardiff. Bale aprovechó en esta ocasión un pase de Cristiano para poner el cuero lejos del alcance de Lux. Felicidad en el galés. Felicidad incompleta, pues aún le quedaba otro que celebrar.

Se haría esperar poco, pues en el minuto 63 Gareth ya estaba con su alegría total. 'Hat-trick', con otro cabezazo. Uno certero, a la salida de un corner de Toni Kroos. Inapelable, imparable. Tan imparable como el quinto de Benzema con un trallazo en el área grande en una pérdida de balón de Cristiano. Un gran Real Madrid, un gran estreno de Zidane, y el único 'pero' fue que Ronaldo se quedó sin mojar en sus alrededor de diez remates a la portería gallega.

Unión con 'Zizou'

Pero se nota la mano de Zidane. Se nota en el juego, en las caras y en la versión que el Santiago Bernabéu tuvo con su equipo. Una en la que la ruptura con su técnico no existió. En la que los silbidos con los que recibían a Rafa Benítez desaparecieron. Y con unos jugadores que se ganaron y merecieron un triunfo que no vieron peligrar en momento alguno. El tiempo ya determinará dónde termina el Real Madrid de Zizou. De momento, el comienzo es cuanto menos prometedor.