Chelsea

¿En qué afecta al Chelsea la congelación de los activos de Abramovich ordenada por el Gobierno británico?

Roman Abramovich, propietario del Chesea, ha entrado en la lista de sanciones del Gobierno británico. ¿En qué afecta esta sanción al club?

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El oligarca ruso y propietario del Chelsea Roman Abramovich ha entrado en la lista de personas sancionadas por sus vínculos con el presidente de Rusia, Vladimir Putin. De esta manera, el oligarca ve como todos sus activos quedan congelados mientras duren las sanciones.

El Gobierno británico sanciona de esta manera la "estrecha relación" que ha mantenido Abramovich "durante décadas" con el presidente ruso. Según Boris Johnson, estas medidas se deben a que no "puede haber refugios seguros" para aquellos que apoyan la "feroz agresión de Putin a Ucrania" y como muestra del "apoyo inquebrantable" de Reino Unido a Ucrania.

La ministra británica de Exteriores, Liz Truss, ha manifestado en este sentido que los "oligarcas y cleptócratas" no tienen cabida en la economía y sociedad británicas por ser "cómplices" de Putin. Junto a Abramovich se han incluido a otros oligarcas como Oleg Deripaska, Dmitri Lebedev e Igor Sechin.

Cómo afecta al Chelsea

Este anuncio de congelación de bienes se produce tan solo una semana después de que Roman Abramovich anunciase la venta del Chelsea, club que compró en 2003 por 100 millones de euros y que en la actualidad es uno de los más importantes de Europa con 18 títulos entre los que destacan 2 Champions League.

El Chelsea está a la venta por un precio que ronda los 3.000 millones de libras. El oligarca ya ha rechazado una oferta y en los últimos días han salido dos nuevos posibles compradores: un consorcio privado saudí y Vivek Ranadive, propietario de la franquicia de la NBA Sacramento Kings. No obstante, debido a la medida la venta del club queda paralizada y queda en en el aire porque Abramovich no puede hacer ningún negocio en suelo ingles.

Debido a esta situación, el Ministerio de Deportes ha concedido una "licencia especial" al club para que siga manteniendo su actividad deportiva y para que pueda seguir pagando a sus empleados pero lo hará "bajo una revisión constante".

Los partidos se seguirán disputando para proteger la actividad de la Premiere League pero no podrá vender nuevas entradas ni artículos en sus tiendas. En este sentido, quienes tengan un abono sí podrán acudir al estadio y comprar comida y bebida dentro. En caso de que la sanción se alargue hasta la apertura del mercado, el Chelsea no podrá vender ni comprar nuevos futbolistas, tampoco renovar contratos.

El límite de gasto se eleva hasta las 500.000 libras y podrán dedicar 20.000 libras para cada partido que jueguen fuera de casa, en concepto de viaje y estancia. El club seguirá recibiendo derechos por las retransmisiones televisivas, pero todo se destinará al salario de sus empleados.

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