Brasil

Muere una joven de 23 años tras sufrir un corte en el cuello en una pelea entre ultras en Brasil

La joven fue herida en el cuello con una botella de cristal durante una pelea entre ultras de Palmeiras y Flamengo e ingresó en el hospital "en estado muy grave". Finalmente, no se pudo hacer nada para salvar su vida.

Gabriela Anelli, aficionada del Palmeiras, en una imagen de archivo

Gabriela Anelli, aficionada del Palmeiras, en una imagen de archivoRedes Sociales

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Gabriela Anelli, una joven de 23 años y aficionada del Palmeiras, ha muerto tras ser herida en el cuello con una botella de cristal cuando esperaba para entrar al estadio Allianz Parque, en Sao Paulo. Según ha informado su familia, Gabriela se vio en el medio de una pelea entre ultras del Flamengo y el Palmeiras antes de que comenzara el partido que enfrentaba a ambos.

La joven fue trasladada inmediatamente por una ambulancia que se encontraba dentro del estadio hasta el hospital más cercano, pero lo hizo ya "en estado muy grave", según ha informado la Secretaría de Seguridad de Sao Paulo.

Esta trifulca, en la que otra persona se vio también herida, obligó a la policía a intervenir y a lanzar una gran cantidad de gases lacrimógenos. Tantos, que llegaron incluso dentro del estadio y el partido, que acabó en empate, tuvo que detenerse hasta en dos ocasiones.

Según las fuentes oficiales, un hombre ha resultado detenido como presunto culpable de lanzar botellas de cristal a los aficionados del equipo rival. Además, han confirmado que todo comenzó porque los ultras del Palmeiras se dirigieron en masa a agredir a los hinchas del Flamengo.

La familia de Gabriela Anelli ha mostrado su agradecimiento en redes sociales "a todos los que rezaron" por la recuperación de la joven, aunque también han expresado su rabia y su tristeza: "La gente está enfermando por culpa del fútbol. No lo puedo creer, Gabi, una chica de 23 años, llena de sueños, perdió la vida por culpa de estos locos, alcanzada por pura cobardía".

Otros casos de agresión en el fútbol

Por desgracia, no es la primera vez que alguien muere o es agredido por peleas entre hinchas en el fútbol.

Una de las más recientes fue el pasado junio, cuando unos hinchas del Ajaccio agredieron a un niño de ocho años enfermo de cáncer. Según relató su madre, los hinchas acudieron en masa a por el niño y golpearon a su marido. A Kenzo, la víctima, le quitaron la camiseta de su equipo, el Olympique de Marsella, y la quemaron.

"Eran quince, así que no pude hacer nada. Me pasaron por encima, abrieron la puerta del camerino, le dieron dos puñetazos en la cara a mi marido, empujaron a mi hijo, que se cayó y se golpeó toda la cara con la barra de hierro del asiento. Le arrancaron la camiseta y se la quemaron. Estamos conmocionados, no podemos superarlo", declaró la madre del pequeño.

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