Un partido de tercera infantil en la provincia de Málaga se puso muy feo al iniciarse en el graderío una pelea entre padres.
Ante tan lamentable espectáculo, los jóvenes decidieron parar el partido y ponerse de espaldas a los vomitorios en protesta y rechazo hasta que la pelea se termino.
Un bonito gesto que honra a los jugadores del Puerto de la Torre y del Rincón y, además, embellece al mundo del fútbol.