El torero vuelve a los ruedos tras dos meses de recuperación y en medio de la polémica taurina en Cataluña, que se decide este miércoles en el Parlament. "Desgraciadamente la opinión de profesionales cuenta poco, es más que nada política", declara Aparicio.
"No creo que la palabra prohibir sea la más adecuada en democracia", asegura el diestro, que defiende los toros como parte de la idiosincrasia de España.
No se imagina el 90 por ciento de los pueblos de España sin vacas ni toros. Sería "tirar piedras sobre nuestras raíces".
Con respecto a este tema sentencia, "a nadie le fuerzan para ir a una corrida de toros".
Recuperado físicamente y también anímicamente de la cogida, vive estos días rodeado de su cuadrilla en su finca de Cáceres, donde se entrena de cara a su reaparición este domingo en Pontevedra.
Sus próximos compromisos serán en, Vitoria, Marbella, Gijón y así hasta 30 plazas más.
Hace más de dos meses, un cuerno de toro atravesaba, de manera espectacular, el cuello de Julio Aparicio en la Plaza de las Ventas durante la Feria de San Isidro.
El diestro sevillano, de 41 años, ha asegurado que de la espectacular cornada solo tiene como recuerdo la cicatriz de su cuello.
