Con un buen nivel de ventas en el primer día de ARCO, la organización de la feria anima a todo el que pueda hacerlo a convertirse en coleccionista. A veces lo más difícil no es rascarse el bolsillo sino cambiar los esquemas mentales. Este año se ha puesto en marcha una iniciativa gratuita para ayudar a quienes quieren -pero no saben cómo- comenzar una colección.
'To be or not to be'. Ser coleccionista de arte contemporáneo o no serlo. Esa es la pregunta que se hacen muchos. Arco es una magnífica oportunidad para lanzarse a la aventura, pero los aspirantes a coleccionista -antes que nada- se enfrentan con una muy seria duda: ¿Cómo saber cuándo les están tomando el pelo y cuándo les ofrecen obras de arte contemporáneo de calidad? Elisa Hernando, asesora de coleccionistas, recuerda que muchos de los que se enfrentan por primera vez a estas obras dicen aquello de "esto lo puede pintar un niño".
La respuesta tranquilizadora la da el director de ARCO, Carlos Urroz, que recuerda que la feria ya es un primer filtro de calidad muy serio. Se recomienda, antes que nada, fijarse en las piezas que a cada cual le gusta y después documentarse.
Para eso no hay nada mejor que la ayuda de una asesora de coleccionistas como Elisa. Lo primero es conocer los gustos del posible comprador. Después hay que explicar al posiblemente comprador el sentido y el valor de la obra. Y finalmente hablar del precio.
Por si alguien se lo pregunta, también hay coleccionistas que compran atrevidas instalaciones para ponerlas en su casa. Y esa es la última de las dudas que tiene el coleccionista ¿dónde colocar el cuadro o la escultura? Eso queda ya a la elección exclusiva del coleccionista.